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Emoción

La emoción es un impulso que, según su etimología, conduce a la acción. Es decir que es una reacción psicofisiológica que funciona como un mecanismo de adaptación frente a determinados estímulos.

A causa del estímulo se altera la atención, se activan las redes asociativas de la memoria y se impulsa la conducta o respuesta del individuo.

En la emoción está implicado un proceso neuroquímico y cognitivo relacionado con la estructura psíquica de cada sujeto, la imaginación, percepción, toma de decisiones, atención y memoria.

La emoción es una reacción natural diferente al sentimiento, que es duradero.

Las emociones son estudiadas por la psicología, por la neurociencia, y actualmente también por la inteligencia artificial.

A diferencia de los sentimientos, que son más duraderos y reflexivos, las emociones están relacionadas con intensas sensaciones físicas que ponen en marcha inmediatamente el comportamiento.

Por ejemplo el miedo, es una reacción emocional que nos impulsa a la acción. Si vemos una serpiente a nuestro lado, en forma reactiva nos alejaremos sin meditarlo.

El sentimiento, en cambio, tiene un carácter más general y no está vinculado a una situación determinada.

Lo mismo pasa con los estados de ánimo, de los que también hay que diferenciar la emoción. Estos son vivencias emocionales más duraderas y prolongadas, igual que los sentimientos.

Por ejemplo, lo que genera el fallecimiento de un ser amado es un estado de ánimo que se caracteriza por la tristeza, sentimiento que perdura en el tiempo. En el duelo la persona siente un vacío profundo, una sensación constante de desazón, de desestructuración y de desequilibrio tras sufrir una pérdida importante.

En los duelos las personas atraviesan un lapso de profunda tristeza en su ánimo, cuya persistencia en el tiempo puede conducir a un trastorno de depresión.

La emoción se manifiesta de un modo diferente, es expresada como reacción e impulso que mueve el comportamiento a un alto rango de acción.

La emoción se refleja físicamente con cambios fisiológicos como la sudoración, la agitación de la respiración, la aceleración del pulso cardíaco, e incluye algunas reacciones de la conducta como el bienestar, la relajación, el estrés, la agresividad, la ansiedad o el llanto.

Los sentimientos, las emociones y los estados de ánimo están englobados en lo que llamamos afectividad.

La diferenciación a nivel consciente de cada uno de los estados afectivos, es importante para conocernos mejor e identificar qué situaciones los originan, con el fin de lograr nuestro autocontrol si fuere necesario.

Los estados emocionales no deben confundirse con las respuestas adaptativas normales como el nerviosismo que se siente ante una entrevista laboral o frente a un examen.

Dichas respuestas adaptativas son inherentes a todo ser humano, son situaciones temporales que finalizan al concluir el examen o entrevista; mientras que los estados emocionales son rasgos de la personalidad que acompañarán al sujeto toda su vida.

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