La psicoeducación es una técnica terapéutica imprescindible en todo proceso psicoterapéutico, cuando se pierde el equilibrio mental. Sin embargo, y a pesar de su uso, no se realiza de manera sistematizada.
Todo proceso psicoterapéutico apunta a lograr un reajuste, una transformación, una adaptación activa del paciente, en definitiva una reeducación. Es decir, que la psicoeducación va más allá de informar al paciente sobre su enfermedad.
En algunas patologías muy determinantes como la psicosis, esquizofrenia y otros trastornos de salud mental, la psicoeducación es un programa de intervención. La idea es lograr el siguiente aprendizaje: convivir con la enfermedad.
La psicoterapia se basa en la escucha y el diálogo con el terapeuta
¿Qué es la psicoeducación?
Cuando se pierde la estabilidad del equilibrio mental, corremos el riesgo de sufrir una descompensación que devenga en sufrimiento. Del mismo modo que podemos adquirir una enfermedad infecciosa, o padecer algún tipo de alteración biológica, también existen las enfermedades emocionales.
Tener ansiedad no es una patología, tampoco lo es estar triste o angustiado. Pero hay indicadores como la intensidad de los síntomas, el contexto, el momento vital y muchos otros aspectos que determinan la gravedad de la sintomatología.
Desde este punto de partida toma relevancia la psicoeducación como técnica terapéutica. Su fin es el desarrollo de las potencialidades propias de la persona, y el descubrimiento de sus fortalezas.
Cuanto más conozca el paciente sus dificultades y el proceso patológico que padece, más recursos propios podrá poner en juego para adaptarse mejor a su vida cotidiana.
¿Cómo es el proceso psico-educacional?
Este proceso tiene tres niveles:
- individual
- familiar
- grupal
En cada plano el profesional de salud mental se comporta con un abordaje diferente, y realiza ejercicios cognitivos o conductuales distintos. Es como “un traje a medida”, que depende de quién está en frente para definir las técnicas de intervención. Si no llegamos a nuestro destinatario de la manera precisa, por muy bueno que sea el contenido de la intervención, será ineficaz.
Causas de los trastornos mentales
En su gran mayoría, el origen de los trastornos mentales es multifactorial. Y aunque se desconozcan las causas exactas, podemos desentrañar algunas circunstancias que influyen o desencadenan su aparición. Causas que afectan de manera diferente a cada persona, aún a hermanos del mismo grupo familiar.
Lo determinante no es la experiencia en sí misma, sino cómo procesa cada persona dicha experiencia. Por lo tanto, el desarrollo de las personas no está determinado por las cosas vividas ni por los problemas que ha sufrido, sino por la forma en que los ha elaborado.
Objetivos de la psicoeducación
- Informar a la persona afectada el proceso de salud que está viviendo, ya sea un trastorno o una crisis, para que sea capaz de manejar lo que le ocurre.
- Transferir información (pedagogía clínica) sobre cómo surgen los síntomas mentales, cómo impactan y evolucionan, cuáles pueden ser sus causas
- Eliminar prejuicios, para evitar pensamientos anticipatorios
- Lograr adherencia al tratamiento, en especial el compromiso con los psicofármacos indicados es esencial
- Reducir los riesgos de recaídas
- Llevar alivio emocional
- Hacer poco a poco confiable y consciente a la persona para que sea independiente para enfrentarse al mundo, con cada vez mayor adaptación activa
