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Nirvana, que significa “apagado” en relación a la extinción de una vela es, para la cultura de las religiones indias del hinduismo, budismo y jainismo, un estado de espiritualidad que implica liberación del dolor y del sufrimiento que se alcanza mediante técnicas y prácticas espirituales. Nirvana es un estado en el que cesa la actividad mental para lograr un estado de suprema felicidad y liberación espiritual. Su significado “apagarse” refiere a la extinción del fuego de la lujuria, del odio, la ignorancia y la codicia.

En todos los casos, la connotación principal de la palabra nirvana es quietud, serenidad y paz. Para lograrlo, la persona debe despojarse de su yo y de su falsa conciencia, que aloja la síntesis de sus deseos, necesidades, malos sentimientos, muerte, odio, codicia, ignorancia y confusión.

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Experimentar el nirvana es comparable con la sensación de paz inconmensurable que se siente cuando se apaga el fuego extinguido lentamente por la desprovisión de combustible, el cual representa la pseudo idea del yo.

El nirvana es un estado de trascendencia libre del individualismo existencial, que debe ser experimentado como verdad absoluta.

Los únicos caminos para transitar en búsqueda del nirvana son el conocimiento de uno mismo y la metafísica. Cualquier otro sendero pseudorreligioso tiene relación con gurús falsos.

Para algunos estudiosos del nirvana, se trata de una especie de aniquilación, mientras que sus defensores sostienen su beatitud eterna y éxtasis de paz interior.

Cada concepción religiosa de la India concibe el nirvana desde su propio marco y postulados.

El hinduismo refiere la liberación como un ciclo de muerte y nacimientos repetidos, donde el alma se funde con lo divino y absoluto. Es decir que concibe al nirvana como fusión del alma con la abstracción de la divinidad.

Para el budismo, Siddhartha Gautama se refiere al nirvana diciendo que no puede ser descrito con palabras, por eso lo define como lo que no es: no es un estado subjetivo de la conciencia, ni es la existencia, no es un tipo de desarrollo ni tiene etapas, no está condicionado ni tiene principio ni fin, hay que experimentarlo para conocerlo.

Para Buda Gautama se accede al nirvana en un proceso de meditación donde prevalece un vacío de individualidad, de cuerpo y alma que permite la liberación del sufrimiento de la propia existencia.

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