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Epifanía

Epifanía es una palabra que proviene del griego epiphaneia, que significa “aparecer, mostrarse”. De acuerdo a su etimología, epifanía se relaciona con todo aquello que se manifiesta de forma inesperada.

Una epifanía es un fenómeno a partir del que se revela algo importante, por ejemplo una buena idea para un proyecto, o para resolver un problema, es decir que no necesariamente aludimos a una manifestación divina.

Las ideas inesperadas aparecen repentinamente como una epifanía.

Para algunas culturas la epifanía es un acontecimiento religioso, que se vincula a ciertas apariciones donde los profetas, chamanes, oráculos o brujos, interpretaban visiones que, afirmaban, les fueron reveladas.

Pero apartándonos del sentido religioso que algunos le dan al término, la epifanía también puede ser entendida en sentido filosófico como una sensación profunda de plenitud y realización.

Comprender en profundidad la esencia de todas las cosas, su verdad más profunda, es una sensación indescriptible. Atravesar una situación límite y sorprenderse del apoyo familiar puede aparecer como una epifanía, una revelación inesperada.

Contemplar la propia vida retroactivamente, reconocer nuestros orígenes, entender que la esencia de nuestro ser tiene un poquito de cada antepasado, y ver la manifestación de cada uno de ellos en nuestro presente haciendo que seamos como somos, es tener una mirada reveladora.

Descubrir que algo escondido en nuestro ser comienza a revelarse, que un entendimiento que permanecía oculto en lo más recóndito se ha manifestado, es la revelación de la que hablamos cuando decimos que tuvimos una epifanía personal.

Originariamente el término epifanía, que como dijimos significa aparición inesperada, marcaba una fiesta en la que se celebraba el bautismo de Cristo.

La Biblia, en el libro de Mateo capítulo 3.16-17 dice: “Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse en él. Y una voz del cielo decía: este es mi Hijo amado, estoy muy complacido con él.”

También el término epifanía fue vinculado con la aparición de Cristo a los reyes magos, que fueron los primeros gentiles que tuvieron fe en él. Primero en Oriente, y luego también en Occidente, el 6 de enero se celebra la fiesta de la epifanía.

El sentido de dicha celebración es recordar la manifestación de Cristo a todos los hombres, que eligió un pueblo y vino a él para purificación del pecado.

Si bien Jesús se presentó apareciendo luego de su muerte y resurrección a varias personas y en distintos momentos, el cristianismo celebra como epifanías otros eventos, como la de los magos de Oriente, la de Juan el Bautista en el río Jordán, y la epifanía a sus discípulos con el milagro de las bodas de Caná.

Con la venida de Cristo finalizan las promesas proféticas y comienzan los anuncios apostólicos. Por eso el Bautismo de Jesús con Juan el Bautista fue la manifestación de Jesús como Hijo de Dios.

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