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Misericordia

Derivada del latín, la palabra misericordia significa compasión por el que sufre. Está compuesta por miser (desgraciado, que genera compasión) y cordis (corazón) refiriéndose a la capacidad, cualidad o virtud de sentir o percibir la desdicha ajena, es decir, de tener sentimientos (corazón) por alguien desgraciado. Para la Biblia, la misericordia es una cualidad de Dios como único ser perfecto con capacidad para perdonar los pecados de las personas.

La misericordia no sólo es una disposición hacia el necesitado, sino más bien una práctica. No es un sentimiento de pena sino una virtud que impulsa a la acción para ayudar, para aliviar el dolor con la bondad de un corazón solidario.

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No debe confundirse misericordia con lástima, que es un sentimiento pasajero. La lástima es un adjetivo que se aplica al motivo que la provoca, y no al sujeto que la siente. Los infortunios, las desgracias, el hambre, la persecución, las enfermedades, la pobreza producen lástima en personas compasivas o misericordiosas.

La lástima es la sensación que nos produce el mal que perciben nuestros sentidos, mientras que la compasión es efecto de la reflexión sobre el mal y del amor que lleva a la acción. 

La lástima es sólo el disgusto que nos causa el mal ajeno, momentáneo, pasajero, temporal, casi frívolo mientras que la misericordia le añade una inclinación del ánimo a ayudar, a evitar el mal de la persona desgraciada.

En el lenguaje hebreo, misericordia significa “vísceras”, expresando en sentido figurado un sentimiento íntimo, amoroso y profundo que liga a las personas.

La misericordia puede brindarse a través de ayuda material, albergue, comida, bebida, abrigo, y también por medios espirituales como aconsejar, enseñar, consolar, rogar a Dios por el bienestar de la humanidad.

Sinónimos de misericordia

compasión, lástima, conmiseración, clemencia, piedad, comprensión, indulgencia, bondad

Antónimos de misericordia

inflexibilidad, dureza, condena, inhumanidad, inclemencia, , impiedad, maldad

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