Afiche es un cartel gráfico de gran tamaño utilizado como soporte comunicacional, que suele colgarse en la vía pública con el fin de difundir mensajes de fácil y ágil lectura. Para captar rápidamente la mirada del observador, el afiche combina fundamentalmente imágenes y textos atractivos, compuesto por un slogan fácil de recordar, texto breve y marca, si el afiche fuere publicitario.
El afiche está pensado y diseñado para hacer conocer un mensaje, con la intencionalidad de difundirlo de modo que pueda ser comprendido con claridad por parte del público.
Los afiches pueden conseguirse en cualquier tienda
Su diseño se orienta a facilitar la rápida lectura y la comprensión ágil, por ello tratan de capturar el interés del observador de manera inmediata a través de atractivas imágenes y cortos slogans que hacen referencia al tema a difundir.
Diseño gráfico, marketing, publicidad, simbología, merchandising, comunicación visual son algunas de las áreas relacionadas con este tipo de mensajes.
Los afiches pueden ser de tipo propagandístico, cuyo fin es persuadir a los lectores sobre alguna conducta o tema específico como la promoción de comportamientos de prevención por ejemplo.
También podemos mencionar los afiches que anuncian eventos comerciales como recitales musicales o propaganda política que suele verse en tiempos electorales, como así también la promoción de actos u obras de gobierno.
Otro tipo de afiche está destinado a concientizar a la sociedad sobre temas de bien público como la donación de órganos, la violencia de género, la contaminación ambiental, el riesgo de contraer HIV por el uso compartido de jeringas, consecuencias del tabaquismo, entre otros.
Por otro lado se encuentran los afiches publicitarios que tienen la finalidad de disuadir al público para convencerlo acerca de la utilización de determinado servicio o producto.
Los afiches publicitarios apelan al receptor con el fin de vender productos y servicios, pero su esencia va más allá de lo comercial. Su objeto es difundir valores ideológicos y sociales contribuyendo a construír o potenciar la “cultura de masas” o sociedad de consumo.
En ese contexto, la publicidad se origina como consecuencia de una economía de mercado (la oferta y la demanda), cuyas metas implican por un lado informar para hacer conocer el producto; pero por el otro, influir en el consumidor para incitarlo a su uso.
