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Quetzalcoatl

Quetzalcoatl en la cultura mexicana, era una deidad preponderante representada por una serpiente emplumada. De sus fauces, a menudo emergía un rostro humano.

Quetzalcoatl remite a la figura divina de la serpiente con plumas verdes o multicolores, que vuela por el cielo anunciando la lluvia. Una variante del diseño muestra al reptil emplumado derramando chorros de agua fertilizante.

Para los pueblos mexicanos de las épocas de la conquista, quetzalcoatl era un símbolo anclado en las religiones indígenas.

Quetzalcoatl en piedra o serpiente emplumada

Una de las versiones de la serpiente emplumada o dios azteca.

Un dios prehispánico mexicano

La mítica serpiente emplumada llamada Quetzalcoatl, era un poderoso dios de las culturas mayas, toltecas, mexicas, olmecas, teotihuacanos. Los pueblos indígenas rendían culto a esta deidad a la que los mayas llamaban Kukulcán.

Era una combinación de serpiente y ave con mucho plumaje. Se lo consideraba el dios de la vida, la fertilidad, la civilización y  la luz. Fue tallado en la piedra como una serpiente enorme con un hombre rubio, con barba, rendido a sus pies.

Según la leyenda azteca, Quetzalcoatl era el señor del viento y quien los llevó a asentarse en la ciudad que fundaron: Tenochtitlán.

¿Qué representa Quetzalcoatl?

Esta deidad de la mitología mexicana representa la dualidad del ser humano. Las plumas de la serpiente simbolizan el aspecto espiritual, y el cuerpo de la serpiente la condición física y biológica del hombre.

Quetzalcoatl era un dios que tenía un hermano gemelo y malvado llamado Tezcatlipoca (el dios de la oscuridad). Mientras Quetzalcoatl creaba el mundo, el gemelo lo destruía.

Pero en esta deidad la parte luminosa siempre prevalecía, y se la identificaba con el planeta Venus (la primera estrella de la tarde).

Entre la leyenda y la conquista

Según la propia profecía de las tribus, este dios visitaría dos veces por año la tierra, para traer fertilidad y abundantes cosechas.

Cuando Hernán Cortés llegó a tierras mexicanas, los pueblos originarios asumieron que el hombre rubio con barba era la encarnación del dios supremo. Habían llegado los forasteros desde el mar en coincidencia con los calendarios rituales.

Moctezuma (quien gobernaba Tenochtitlán y los alrededores hasta la llegada de los españoles) reaccionó como si el recién llegado fuera Quetzalcoatl. Por ello envió a varios mensajeros a recibirlo, dispuesto a entregarle todo.

Hernán Cortés: el dios Quetzalcoatl

En el debate actual acerca de cómo sucedió la conquista de México, hay acuerdo sobre dos ideas:

  • la identificación de Hernán Cortés con el dios Quetzalcoatl
  • la concepción de que todos los españoles eran dioses

Por lo tanto, el protagonismo de la divinidad fue fundamental en la conquista española, ya que ello jugó a favor de Hernán Cortés.

En una de las primeras cartas que le envió al rey de España, Cortés explicó que los habitantes mexicanos entregaron sus tierras y se rindieron sumisamente ante él.

Sinónimos de Quetzalcoatl

serpiente emplumada

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