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Agua potable

El agua potable es el agua considerada apta para el consumo humano, es decir, aquella cuyo proceso de purificación permite su ingesta sin restricción alguna, no representando un riesgo para la salud de la población.

El agua es potable cuando no contiene microorganismos o sustancias que puedan perjudicar la salud del organismo o provocar enfermedades.

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En las plantas potabilizadoras el agua captada en pozos, embalses, lagos, recibe un proceso o tratamiento de limpieza, purificación y potabilización para hacerla adecuada para nuestro consumo, es decir, para convertirla en potable.

Luego se la envia a los domicilios a través de una red de distribución o red de abastecimiento de agua que llega hasta cada una de nuestras casas.

Según la tecnología utilizada, dicho proceso consta de las siguientes etapas:

  • Precloración y floculación: después del filtrado inicial se añade cloro y se retiran los grandes fragmentos sólidos.
  • Decantación: eliminación de otras partículas menores y flóculos.
  • Filtración: para quitar la turbidez del agua y la arena.
  • Cloración: para eliminar los microorganismos más resistentes.
  • Envío a la red domiciliaria: desinfección de tuberías y distribución.

El planeta Tierra cuenta aproximadamente con 1.400 millones de kilómetros cúbicos de agua, de los cuales sólo 42 millones de kilómetros cúbicos (el 3 %) es de agua dulce, es decir que el 97 % del agua del planeta no es aprovechable porque es de agua salada.

Del total de agua dulce del planeta, es muy escaso el porcentaje aprovechable para el consumo del ser humano, ya que el 80 % del agua dulce forma parte de los polos y otras zonas heladas de nuestro planeta. Un 19 % del agua dulce pertenece a las aguas subterráneas, y el 0,7 % constituye la atmósfera.

El agua dulce superficial, disponible en lagos y ríos que son estudiados por la ciencia derivada de la geografía llamada hidrografía, es del 0,3 % del total.

La cantidad de agua disponible para el consumo humano es muy escasa para el conjunto de la humanidad, razón por la cual debemos tomar conciencia de los cuidados necesarios para conservarla y evitar la contaminación, si tenemos compromiso con la continuidad de la vida y preservación de la raza humana.

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