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Paranoia

La paranoia (del griego para o “fuera”, y nous o “mente”) es un estado mental que se caracteriza por la presencia de ideas fijas y obsesivas basadas en hechos infundados o absurdos, por las cuales el sujeto construye acerca de su vida ideas patológicas que afectan su medio laboral, familiar y social. Su característica esencial es la desconfianza y suspicacia hacia los demás, que hace que el sujeto, en su delirio, se sienta perseguido, engañado, envenenado o enfermo.

La paranoia, según la Clasificación Internacional de Enfermedades, en el apartado psiquiátrico, la sitúa como un trastorno de ideas delirantes. Se trata de un trastorno psicótico como la esquizofrenia, que se diferencia de ella puesto que en esta última el enfermo construye una realidad nueva dentro de su mente.

Paranoia

En la paranoia, en cambio, el sujeto tiene una percepción equivocada y desconectada de la realidad, pero conserva en forma intacta la personalidad sin perder la conciencia ni sufrir alucinaciones.

El paranoico está convencido de la veracidad de sus prejuicios y no accede al razonamiento lógico acerca de sus interpretaciones. Si un paranoico cree que es el hijo del rey de Persia, en un delirio de filiación, será difícil rebatir sus convicciones pese a las claras evidencias que digan lo contrario.

En un delirio de grandeza o megalomanía, nada podrá argumentarse para cambiar la creencia del paranoico de ser un elegido de Dios con capacidad para hacer grandes prodigios.

En el delirio persecutorio el sujeto cree, aunque no los vea, que hay micrófonos y cámaras para vigilarlo las 24 horas del día, tramando complejos delirios y culpando a familiares y compañeros de trabajo.

Frecuentemente, quien padece paranoia siente que está en peligro y busca respaldar con pruebas sus sospechas, sin dimensionar la desproporción de su desconfianza.

Entre sus síntomas más frecuentes pueden mencionarse el aislamiento social, la frialdad emocional, el desapego, la incapacidad para trabajar con otros, la creencia de que los demás tengan motivaciones ocultas, la desconfianza generalizada.

Este trastorno se diagnostica a través de profesionales de la psicopatología, quienes evaluarán los antecedentes y síntomas para derivar un tratamiento que incluirá psicoterapia y farmacología.

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