Ir al contenido

Nazismo es el nombre de una doctrina nacida en Alemania a principios del Siglo XX cristalizada por Adolfo Hitler, que años más tarde dio origen a la idelogía del nacionalsocialismo. Sus postulados sostenían la superioridad de la raza aria, y un plan de acción marcado por el odio antisemita orientado al exterminio, con una connotación violenta y autoritaria.

Luego de la Primera Guerra Mundial, Hitler se unió al Partido Obrero Alemán, cuando ya concebía estas ideas. En el año 1921 se convirtió en el líder de este partido, que cambió su nombre por Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo.

Hitler saliendo de la sede del partido Nazi. Fuente.

Hitler saliendo de la sede del partido Nazi. Fuente.

En el libro “Mi lucha” (de tipo autobiográfico) Hitler expone su ideología nazista, mencionando sólo vagamente algunas ideas anticapitalistas y socialistas, que posteriormente fueron directamente abandonadas. El reclutamiento de sus seguidores fue entre soldados y oficiales desmovilizados, y miembros de la clase media baja.

Con rapidez insospechada, el nazismo liderado por Hitler creció en medio de tensiones sociales causadas por la crisis económica de posguerra, los temores hacia el comunismo, y el desempleo.

El nazismo logró un apoyo popular creciente, valiéndose del pangermanismo, el anticomunismo y el antisemitismo.

El personalismo de Hitler, su habilidad para la oratoria, y la exaltación del líder impuesta por la inteligente propaganda nazi que alimentaba la ilusión de una patria recuperada, ejercieron un poder manipulatorio de la opinión pública en las grandes concentraciones de masa popular.

Hitler asumió legalmente el poder y dio comienzo a la dictadura de su partido. El nazismo de Alemania, bajo responsabilidad de un líder que dirigía un régimen totalitario llamado Tercer Reich, impulsó la Segunda Guerra Mundial con el propósito de alcanzar los objetivos expansionistas de Hitler sobre Europa.

El nazismo, que tuvo por emblema a la cruz llamada esvástica, utilizó un código comunicacional que consistía en la exclamación “heil, Hitler” a la vez que levantaban el brazo derecho en señal de saludo.

Su líder y jefe indiscutido, llamado el “führer”, organizó militarmente a las unidades a cargo de la seguridad interior del estado, y controló minuciosamente el accionar de cada ciudadano a través de la Gestapo, o policía secreta que implementaba la política del terror.

La eliminación de los opositores, la aplicación violenta de las leyes, la naturaleza antidemocrática y despiadada, la exaltación racista de la superioridad alemana, la militarización obligada, condujeron al genocidio en campos de concentración de millones de judíos y otras razas consideradas inferiores, en uno de los crímenes de lesa humanidad más monstruosos que produjera la historia universal.

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *