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Antisemitismo

Cuando decimos antisemitismo, estamos usando el prefijo “anti” que significa “contra”, denotando una actitud de hostilidad hacia el pueblo hebreo.

En un sentido amplio del término, esa tendencia hostil está basada en prejuicios de tipo cultural, religioso y étnico hacia las personas que comparten lengua, códigos y características comunes de su origen.

Pero en sentido estricto, el antisemitismo se refiere a un odio particular hacia los judíos.

El antisemitismo es un tipo de racismo, basado en el odio hacia los judíos.

En el siglo XIX era habitual clasificar a las personas según su raza, bajo la premisa europea de que la “raza blanca” era superior a las demás razas.

Es decir que el racismo está fundamentado en la idea de la existencia de diferentes razas, las que comparten características comunes: la raza blanca, la raza negra, la raza amarilla, la raza roja.

El racismo es un sentido exacerbado de sentido racial de un grupo étnico, que genera discriminación o persecución hacia otros grupos étnicos.

El nacionalsocialismo liderado por Hitler, creía que era importante clasificar a las personas según su raza.

Los nazis postularon la existencia de una lucha de razas, en la que la raza aria era altamente superior y calificada, y la raza judía era débil, inferior y peligrosa, la que no pertenecía a Alemania.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, la ciencia demostró que es erróneo clasificar en razas a la humanidad, ya que existe sólo una raza: la raza humana.

A pesar de que la ideología fascista y antisemita del nazismo causó el exterminio más grande de la humanidad, genocidio al que también llamamos holocausto, existen otras formas de antisemitismo que no son racistas.

Una de ellas es el antisemitismo apoyado en los antiguos conflictos religiosos entre cristianos y judíos.

Sus creencias espirituales sobre la Biblia diferenciaron a cristianos de judíos.

Los judíos sólo creyeron (y creen) en el Antiguo Testamento, sin reconocer la venida de Jesús ni su carácter divino como Hijo de Dios.

Los cristianos, en cambio, reconocen a Jesús como el enviado por Dios en un plan de salvación de la humanidad, a través de la muerte en la cruz y de su resurrección al tercer día.

En el siglo XIX se diferenció el antisemitismo entendido como una especie de racismo, del antijudaismo comprendido como una hostilidad hacia el pueblo judío por su religión.

Más tarde, una corriente de pensamiento propuso englobar con el término “judeofobia”, a todas las manifestaciones de aversión, hostilidad y odio hacia el pueblo judío que ocurrieron a lo largo de la historia.

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