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Inadaptación social

La inadaptación social es la falta de capacidad de las personas para la integración en un contexto social.

La inadaptación se manifiesta en la niñez, ya que nadie nace inadaptado socialmente.

En el proceso de desarrollo del niño hay que observar su conducta para detectar la inadaptación y ayudarlo a integrarse a los grupos sociales.

Hay que ayudar al niño a la adaptación social desde la primera infancia.

El comportamiento inadaptado se advierte cuando el niño está aislado del grupo en la escuela, o se aparta de las actividades grupales.

También se perceptible cuando tiene un comportamiento antisocial, es decir contrario a las normas habituales de convivencia.

Podemos considerar dos categorías de inadaptación social en la niñez: los niños de riesgo, en los que se requiere una intervención preventiva; y los niños inadaptados, a los que hay que ayudar a la adaptación, haciendo un trabajo de recuperación.

Algunas causas de inadaptación social

  • Sociales: marginación social, carencias económicas y culturales, desalfabetización, drogadicción, alcoholismo.
  • Familiares: familias desestructuradas que tienen actitudes de sobreprotección o de indiferencia hacia el niño.
  • Psicoafectivas: abusos, violencia, desatención, falta de cobertura de las necesidades básicas de los niños.
  • Personales: situaciones de discapacidad, ya sea por limitaciones físicas o deficiencia mental en la infancia.
  • Raciales o religiosas: son causas relacionadas con la pertenencia a determinadas minorías étnicas o religiosas.

Los niños inadaptados y menores en riesgo están en franca desventaja ante los demás niños en el crecimiento y desarrollo de su persona.

Ello trae como consecuencia el fracaso escolar, la agresión en las aulas, la inmadurez psicológica, los comportamientos de riesgo, la marginación, la delincuencia.

Implementando el concepto de atención a la diversidad, la escuela es el lugar y contexto adecuado, o privilegiado para prevenir y superar la inadaptación social.

Acciones enfocadas tanto en la función preventiva como compensadora de la escuela, es la respuesta educativa que se requiere para abordar la inadaptación social.

Algunas de esas acciones son favorecer la permanencia en el sistema educativo y la asistencia a clases, facilitar la acogida, la integración, la participación, coordinar con otras instituciones como servicios sociales, equipos de atención temprana y con la familia.

La función compensadora de la escuela le proporciona al niño nuevas experiencias como la resolución pacífica de los conflictos, la estimulación cognitiva, un ambiente afectivo, la satisfacción de necesidades, todas ellas favorecedoras de un desarrollo adecuado y una integración integral.

El concepto de inadaptación social fue abordado desde diferentes ámbitos: psicológico, sociológico, legislativo, antropológico, cada uno con sus tecnicismos y lenguaje propio, sin lograr una aproximación consensuada a la temática.

La inadaptación social es una problemática tan compleja, que requiere de un marco integrador para intervenir sobre la conducta, partiendo de la base de la naturaleza multicausal de este fenómeno social y multifacético.

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