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Respeto hacia los demás

Hablar del respeto hacia los demás es un reconocimiento de la dignidad de las personas. Pero no es un valor que se declama, sino que se pone en juego en la práctica social.

Como seres humanos, el respeto en la sociedad equivale a dirigirnos hacia el otro con consideración y deferencia.

En especial este valor es ostensible cuando en las relaciones interpersonales nos encontramos frente a la diversidad. Cuando el otro no es un igual, ni un par. Cuando el otro es alguien muy diferente.

dos leones frente a frente mirándose con respeto

Respetar es reconocer valor a alguien o a algo.

Etimología de la palabra respeto

Del latín respectus, que significa “consideración” o “atención”, respetar es tener consideración por los demás. Vale decir que se trata de una valoración que hacemos del prójimo por ser tal.

¿Qué es el respeto hacia los demás?

Llamamos respeto a la actitud que tiene en cuenta la alteridad, es decir que considera al otro como un otro distinto a uno mismo. Y que con sus diferencias, es tan valioso como uno mismo.

El respeto por las diferencias individuales implica tomar distancia de la opinión, de la ideología, de los planteos sin juzgar ni rechazar a la persona. Es aceptar que otra persona puede pensar de otra forma, sin pretender cambiarla.

¿Podemos respetar a todos?

Claro que sí, ya que respetar a los demás es reconocer que cada persona tiene derecho a decidir ser quien es. Y a elegir cómo pensar, sentir, opinar y actuar en su vida.

Cuando descalificamos al otro por ser quien es, cruzamos el límite del respeto. Dijo el reconocido pensador chino Confucio: “Sin sentimiento de respeto, es imposible distinguir los hombres de las bestias”.

¿Cómo expresamos el respeto hacia los demás?

Desde la empatía que generamos en cada construcción de un vínculo, en cada contacto social, queda en evidencia nuestra actitud.

Ponernos en el lugar del otro, entender y aceptar su punto de vista aunque no lo compartamos, es una buena actitud comunicacional que construye relaciones.

La aceptación de una perspectiva diferente no significa dar la razón, ni ceder a nuestras convicciones. Se trata de evitar la confrontación social, anteponiendo el respeto hacia las demás personas.

¿Cuándo no respetamos al otro?

  • Cuando no aceptamos la opinión ajena
  • Queremos tener siempre la razón
  • Creemos que nuestra postura es la única posible, de absoluta certeza
  • Nos aferramos a un único punto de vista
  • Pensamos que nuestra moral es superior
  • Somos agresivos con nuestra comunicación no verbal o lenguaje corporal

Para respetar…

Es imprescindible recordar que nuestra percepción es subjetiva, y está sujeta al aprendizaje recogido en nuestra experiencia de vida.

Debemos hablar en primera persona, expresando que hablamos de “nuestra opinión”, y aceptar que hay otros puntos de vista diferentes.

Nuestra opinión no es la verdad absoluta, sino que se trata de nuestra interpretación de la realidad.

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