Identidad proviene del latín identitas, referido al conjunto de rasgos que caracterizan y diferencian a un sujeto frente a los demás. La identidad es la relación que todo sujeto guarda consigo mismo. Es la percepción que toda persona tiene sobre su individualidad y pertenencia a una comunidad o grupo social. La identidad depende de la autoestima, es una noción mental que toma información de la experiencia y de la interrelación con el afuera.
La noción de identidad comenzamos a adquirirla en la infancia, cuando el niño empieza a diferenciar su yo de las otras personas. Al consolidarse la noción del yo, el sujeto comienza a comprender quién es. Observa la realidad externa al yo tomando conciencia de su interior a través de sus propias ideas y pensamientos. Su diálogo íntimo lo pone en contacto con su identidad personal.
La identidad personal es aquello que nos define e identifica como individuos, y nos permite reconocernos a nosotros mismos en toda circunstancia. Esto se enmarca en la historia y cosmovisión personal que determina nuestros gustos, prioridades y decisiones.
Si bien las personas estamos en constante cambio, tenemos la convicción de ser la misma persona en todo momento. La identidad es algo inalterable en nuestro proceso de transformación.
La Psicología estudia el concepto de identidad en relación con el desarrollo psicológico de las personas y su interrelación social en la comunidad.
Los seres humanos se identifican con grupos sociales con los que comparten afinidades e intereses, reafirmando así su autoestima.
Las ciencias sociales estudian la identidad social con la que los seres humanos se identifican, clasifican, y categorizan a los demás. Es un concepto útil para comprender la discriminación de los grupos sociales, y también para diferenciar las nacionalidades, culturas e idiosincrasias regionales.
A nivel administrativo y legal hay datos personales (identidad personal) que intervienen en la formación de nuestra autoconciencia. Estos elementos permiten distinguir a una persona de otra y brindan información sobre la propia individualidad: el nombre y apellido, el documento nacional de identidad, las huellas digitales, el ADN y otras cuestiones biológicas específicas.
Hay otros elementos culturales como la etnia, la religión, la nacionalidad, la lengua, la profesión, los hábitos, los gustos, el oficio, la familia, el comportamiento, las habilidades, las capacidades o la personalidad coadyuvan para definir la identidad cultural de un individuo. Si bien no tienen validez legal ayudan mucho para diferenciar a una persona del resto.
En oposición al concepto de globalización, podemos hablar de identidad nacional, que vincula a los ciudadanos con la nación a la que pertenecen, ya sea por habitar el mismo suelo, por compartir tradiciones, comportamientos y costumbres, o por tener sentimientos de pertenencia y nacionalismo.
También puede usarse el término identidad en relación con el género que se le atribuye a alguien y con el cual se identifica (identidad de género) según sus modales, vestimenta, conductas, apariencia, etc. Los sentimientos de pertenencia de una persona a un género puede que no coincidan con su genitalidad. Por ejemplo la persona que nació varón y tiene genitales masculinos pero su sentir e identificación son con el género femenino, adquiere la gestualidad, comportamientos, vestimentas e identidad de género femenino.
La identidad sexual hace referencia a la percepción que tiene el sujeto sobre su sexo, si se siente hombre o mujer. A diferencia de la orientación sexual que se relaciona con la atracción hacia determinado grupo de personas, sea heterosexual, homosexual, bisexual o asexual.
