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Guerra fría

La guerra fría, en contraposición a la expresión guerra “caliente” o directa, es el nombre del conflicto indirecto que enfrentó a las dos potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial. La clave era evitar el conflicto directo que condujera a una segura guerra nuclear, cuyo arsenal atómico aniquilaría tanto a vencedores como a vencidos.

Guerra fría se denominó a la etapa política de pos guerra (1945-1990), cuya característica fundamental fue la tensión continua y la rivalidad entre EEUU (bloque capitalista) y URSS (bloque comunista), cuya destrucción mutua estaba asegurada sea quien fuera que ganara, ya que la industria armamentista convertiría al planeta en inhabitable si se utilizaba su arsenal atómico.

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La evolución de la guerra fría condicionó a todos los países del mundo, aún a los no alineados, ya que todos terminaron aproximándose a alguna de las dos potencias luego de la guerra mundial.

Ambas potencias dividieron al mundo en dos grandes fracciones separadas por el llamado “telón de acero”, que funcionaron como bloques y protagonizaron conflictos localizados para evitar la confrontación generalizada (Berlín, Corea, Grecia, Cuba, Vietnam).

En estas “pequeñas” guerras periféricas, las dos potencias no se enfrentaron directamente sino que lo hicieron apoyando una la guerrilla anticomunista, y la otra la guerrilla anticapitalista, con un balance total de más de 50 millones de muertos, cifra que supera el número de víctimas de la Segunda Guerra Mundial.

En América por ejemplo, EEUU intervino militarmente en Argentina en el golpe de estado del 76, en el de Paraguay del 89, en Uruguay en el 73, en Chile derrocando a Salvador Allende, en Brasil en el 64 y en Guatemala en el 54.

UURR, por su parte, construyó en el 61 el muro de Berlín, para evitar la huida de los habitantes hacia el mundo capitalista.

La rivalidad política se manifestó no sólo en la carrera militar, sino también con el desarrollo de una carrera tecnológica y espacial que aumentara un prestigio internacional con capacidad de ganar más apoyo mundial. También en competencias deportivas como las olimpíadas, se reflejaba el antagonismo de ambas súper potencias.

Estados Unidos consolidó su hegemonía en Europa occidental, Japón, Israel, Oceanía, algunos países africanos (Sudáfrica, Kenia, Senegal y Zaire) y musulmanes (Marruecos, Turquía, Golfo Pérsico y Arabia Saudita), además de América Latina con la que conformó la OEA (Organización de los Estados Americanos, a excepción de Cuba y Nicaragua).

Por su parte, la hegemonía de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas se mantuvo en Europa oriental (con quienes conformó la asociación COMECON, de índole económica), China, Nicaragua, Cuba, algunos países africanos (Etiopía, Libia, Angola, Argelia, Madagascar, Mozambique, Guinea, Mali), Asia (Vietnam, Camboya, Afganistán, Lagos, Mongolia) y los países musulmanes de Siria, Irak y Yemen del Sur.

En la Conferencia de San Francisco se creó en 1945 la ONU (Organización de las Naciones Unidas) cuyo fin es resolver por vía diplomática los conflictos, a través de la asociación de los representantes de todos los países.

La guerra fría alternó etapas de tensión y distensión en una coexistencia pacífica. Luego de la crisis de los años 70 subyacieron acuerdos bilaterales entre las dos potencias para detener la carrera armamentista y reducir el armamento nuclear.

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