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Agua que no has de beber, déjala correr

Agua que no has de beber, déjala correr” es una expresión popular española, que contiene una exhortación o imperativo.

Como todos los refranes y aforismos, la frase tiene en su contenido un mensaje que nos llama a la reflexión.

Está relacionada con la idea de la intrusión, y el consejo que encierra es el de no entrometernos en asuntos ajenos.

“Agua que no has de beber, déjala correr”: su mensaje

La frase no debe interpretarse en sentido literal o lineal, sino que hay que realizar una interpretación por analogía.

Por su naturaleza, el agua es un líquido que fluye según su curso natural. La fluidez está implícita en el aforismo porque es parte de las características de este líquido vital. Para impedir su circulación tiene que existir una causa razonable, una necesidad, en caso contrario, dejarla fluir.

Por eso reza el aforismo: “si no la has de beber, déjala correr”, deja que siga su curso sin intervenciones.

En sentido figurado, la advertencia del refrán es que nadie debe involucrarse en lo que no le concierne. Si no es asunto tuyo, no seas entrometido y aléjate, déjalo pasar sin inmiscuirte. O también, si no estás comprometido realmente con una situación es mejor no tener injerencia, ni dar opinión.

¿Qué es un refrán?

Los refranes son aquellas sentencias acotadas que se utilizan para poner un ejemplo, llamar a la reflexión o dar alguna enseñanza sobre algo. Por lo general, un refrán debe ser interpretado en forma simbólica. En este caso, se utiliza la imagen del agua que corre sin vínculo alguno con el sujeto. Puesto que no la beberá, el consejo es dejar que el agua siga su camino para que llegue a quien tenga necesidad.

¿Refrán o aforismo?

En realidad, los conceptos de refrán y aforismo son similares por su agudeza. Ambos son reflexiones filosóficas de uso popular que transmiten sabiduría. Resumen algún conocimiento esencial o enseñanza. Muy famosos por su rima, se diferencian por la extensión. El aforismo es breve y sintético en su sentencia, pero el refrán puede llevar varias frases, sin importar la extensión.

También podemos compararlos con los proverbios, que tienen características similares. Son frases cortas que expresan una enseñanza o regla sentenciosa moral. Muy populares por la sabiduría que encierran, son los proverbios bíblicos del rey Salomón.

“Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; “más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás“…”sino que será una fuente de agua para vida eterna”. Juan 4:13-14

Si conociéramos el don de Dios, y la grandeza del que dice “pídeme de beber y te daré agua viva“, no volveríamos a tener sed espiritual. Cuando le preguntaron al Señor ¿a dónde tienes el agua viva? El respondió a través de una extraordinaria Promesa: Yo soy la fuente de agua viva, el manantial de vida eterna.

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