La ansiedad, igual que el estrés, es una respuesta normal del organismo ante situaciones límites.
Se trata de un mecanismo adaptativo natural por el que nos ponemos en alerta en momentos de peligro.
En realidad, es necesario poseer un cierto nivel de ansiedad para tener la precaución adecuada frente a un suceso comprometido.
Cuando hablamos de ansiedad podemos referirnos a un trastorno, a un síntoma de enfermedad o a un rasgo de la personalidad.
Es bueno tener un nivel moderado de ella para enfrentar los retos de la vida cotidiana y mantenernos concentrados.
Pero si es desmesurada y nos vemos desbordados, el sistema de respuesta del organismo no funciona en forma correcta. Es decir que no hay una proporción adecuada entre la situación de peligro y la reacción del sujeto.
Cuando la ansiedad paraliza a la persona y le produce un estado de indefensión intenso y duradero, hablamos de un trastorno.
¿Cuáles son los trastornos de ansiedad?
Alguna vez en la vida, todos padecemos algún trastorno de ansiedad. En su conjunto, representan el problema de salud mental más frecuente en la población.
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Algunos de ellos son:
- El trastorno fóbico
- Las fobias sociales
- El trastorno de pánico
- La ansiedad generalizada
- El trastorno obsesivo compulsivo
- El estrés postraumático
Causas más frecuentes
En muchos pacientes, la mayoría de las veces no llega a conocerse la causa de estos trastornos. Pero sí es posible reconocer algunos factores que precipitan las crisis, e influyen en ellas:
- Causales genéticas: de padres a hijos se transmite la predisposición a través de los genes.
- Hechos traumáticos: un accidente de tránsito, un incendio, un atentado pueden provocar un tipo de ansiedad que desaparece cuando concluye el problema, es el conocido trastorno de estrés postraumático.
- Consumo de drogas: las anfetaminas, el LSD o el éxtasis son estupefacientes que pueden ocasionarla.
- Situaciones significativas: hechos relevantes que cambian la vida cotidiana como el embarazo, un despido laboral o un ascenso por ejemplo, producen cambios vitales en el presente que pueden causar ansiedad.
Síntomas
La ansiedad normal se presenta como una sensación de leve angustia o temor, una sensación de flojedad, con aceleración del ritmo cardíaco y la respiración.
Pero cuando se genera una crisis de ansiedad ocurre un fenómeno similar a un infarto, que hasta puede llegar a confundirse con él: opresión en el pecho, palpitaciones, sensación de ahogo, sudoración, entumecimiento u hormigueo. Es una situación de pánico que sucede sin previo aviso, de forma instantánea, que dura unos pocos minutos o se prolonga un poco más.
La ansiedad tiene dos tipos de manifestaciones: a nivel emocional y a nivel físico. Es importante acudir al médico al reconocer cualquiera de los síntomas, para no agravar la situación.
Entre los síntomas mentales, los más frecuentes son:
- Preocupación constante
- Irritabilidad
- Cansancio
- Insomnio
- Falta de concentración
- Agitación
Los síntomas físicos se presentan a través de taquicardia, sudoración excesiva, dolor de cabeza, dificultad para respirar, mareos, temblores, desmayos, tensión muscular, indigestión, diarrea.
Formato para citar
"Ansiedad". En: Que Significado. Disponible en: https://quesignificado.com/ansiedad/ Consultado: 21 de noviembre de 2024.
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