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Embarazo

Embarazo es el estado de gravidez de la mujer que se inicia desde el momento de la fecundación de uno de sus óvulos por parte de un espermatozoide, hasta la expulsión del feto al exterior o parto. A partir de la fecundación, en la mayoría de los casos la duración del embarazo es de 38 semanas, o de 40 semanas a partir de la última menstruación.

Cuando sucede la fecundación en la trompa de Falopio, se forma el huevo o cigota. A partir de su formación, se produce una serie de divisiones múltiples, que dará lugar a la mórula (primera estructura celular) que será implantada o anidará en el útero.

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Las divisiones celulares se multiplican aumentando la complejidad celular del embrión, esbozando en el cuarto mes de desarrollo todos los órganos. Es desde ese momento que el embrión recibe la denominación de feto tomando formas humanas y aumentando progresivamente de peso y tamaño, además de diferenciarse sexualmente.

Simultáneamente, también sufre profundos cambios el organismo de la madre, en especial en el aparato digestivo (acidez, vómitos, constipación), en los pulmones, en los huesos y articulaciones, en el trabajo cardíaco, la aparición de edemas en miembros inferiores, várices y hemorroides. También suelen aparecer manchas en la pigmentación de la piel, eritemas y estrías.

Es importante el control fetal durante el embarazo, y el seguimiento minucioso del proceso por parte de un especialista en obstetricia.

El avance de la ciencia y la tecnología permite actualmente el diagnóstico precoz del embarazo a través de técnicas inmunológicas muy sensibles, que permiten la detección de ínfimas cantidades de la hormona gonadotropina coriónica que es secretada por el embrión.

La evolución del embarazo a partir de la cuarta semana es controlada a través de ecografías. Los ecos embrionarios pueden detectarse en la semana sexta, y auscultarse los latidos cardíacos en la séptima semana.

Para prever accidentes de incompatibilidad sanguínea y evitar posibles infecciones fatales, es conveniente que la embarazada efectúe controles periódicos con su obstetra, a fin de revisar la presión arterial, la función renal, la glucemia y albuminuria entre otros exámenes fundamentales.

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