Es una actitud que permite al ser humano soportar dificultades y contratiempos para lograr algún bien. Del latín patientia que significa sufrir, es el equilibrio de las emociones que permite sobreponerse a emociones fuertes generadas por desgracias o aflicciones. Es un rasgo de la personalidad madura, propia de personas que saben sufrir y tolerar la adversidad con fortaleza, sin lamentarse ni perder la calma.
La paciencia no sólo es una respuesta positiva frente las pruebas y desafíos que afectan a los seres humanos, sino que es importante a la hora de concretar proyectos y perseguir objetivos. Muchas metas están obstaculizadas por escollos y problemas; muchos planes no terminan de la forma que comenzaron, por eso en estos casos es importante mantener la calma para continuar con lo proyectado y sobreponerse a los reveses.
El cristianismo considera la paciencia como la virtud más valiosa. Personifica la paciencia en personajes bíblicos como Job y el mismo Jesucristo.
Personas que supieron esperar con calma que las cosas sucedan, pues entendieron que no podían cambiar las cosas, ya que estas dependían no de sí mismos sino de la voluntad de Dios. Para el cristianismo la paciencia es un fruto del Espíritu Santo para los cristianos que aceptaron el regalo de la salvación.
En tiempos donde se demandan soluciones rápidas, fáciles y efímeras, es fundamental rescatar este valor y cultivarlo para mejorar nuestra calidad de vida.
Sinónimos de paciencia
calma, serenidad, temple, aguante, estoicismo, perseverancia, mansedumbre, sosiego, tolerancia, entereza, fortaleza
Antónimos de paciencia
ira, ansiedad, impaciencia, inquietud, intranquilidad, enfado, intemperancia, intransigencia
Para mí la paciencia es la virtud más hermosa que puedes tener una persona especialmente un cristiano.