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Obligaciones

Las obligaciones están asociadas a las exigencias que pueden establecer sobre nosotros mismos otras personas, como así también la ley o autoridad.

Sin embargo, muchas veces las obligaciones nacen de nuestro fuero íntimo, en el sentido de un deber ser moral. Es decir que se sienten no por presión externa sino por la propia conciencia.

En el ámbito jurídico, el derecho de las obligaciones es una rama del Derecho Civil que se ocupa de todo aquello relacionado con las obligaciones jurídicas.

colección de código de leyes que establecen derechos y obligaciones

El Derecho establece las normas que rigen a una sociedad. 

Obligaciones según el Derecho

Para las ciencias jurídicas, la obligación es un vínculo jurídico que une a dos personas. Una se llama sujeto activo o acreedor, y la otra sujeto pasivo o deudor.

En virtud de esa relación, el acreedor puede exigir determinada prestación de su deudor. Si el deudor no cumpliese con su obligación, sufrirá la ejecución de su patrimonio.

Es decir que, para el Derecho, la obligación jurídica liga a dos partes (deudora y acreedora). Este vínculo hace responsable al deudor de cumplir con lo que se hubiera pactado.

Cabe aclarar que no todas las obligaciones son pecuniarias, es decir que no siempre establecen el pago de un monto de dinero. Las obligaciones pueden también establecer la prestación de un servicio.

Obligaciones morales

Las obligaciones morales son aquellas que nacen de la propia conciencia, frente a situaciones en las que la ley nada puede exigir.

Pueden distinguirse dos tipos de personas:

  • Las que actúan por respeto a la ley, es decir que su accionar es correcto por exigencia externa (donde la razón le gana la batalla a la voluntad para evitar sanciones o consecuencias indeseadas)
  • Y quienes hacen lo correcto por imperativo interior, porque saben lo que está bien y lo que está mal sin dudar en hacer lo correcto.

Por lo tanto, en las obligaciones morales nuestro libre albedrío es limitado por la propia conciencia. No se requiere  ninguna presión exterior para hacer lo correcto, ya que la motivación es la propia ética.

Ética Kantiana

El reconocido filósofo Immanuel Kant planteó una Ética Racional Universal, basada en principios universales que sustentan la buena voluntad en las acciones.

Según Immanuel Kant, para determinar la validez de un acto moral hay que considerar la voluntad del sujeto que los realiza y no la acción misma.

Según Kant, los actos no son buenos ni malos sino que es bueno o malo el sujeto que los realiza. Lo bueno está en la buena voluntad, que se rige por la ley moral. Un acto será bueno moralmente si quien lo realiza siente el imperativo de hacer lo valioso y correcto. En cambio, si cumple por temor o para obtener una consecuencia favorable el acto no es moral.

Las acciones que las personas realizan por buena voluntad, por el deber implícito que en ellas subyace, son los actos valiosos que hacen al individuo una persona moral.

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