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El enojo es una reacción emocional que se manifiesta como un estado de exasperación, disgusto o fastidio.

Se trata de un estado del ánimo por el que las personas presentan alteraciones psicológicas y biológicas, como ocurre con todas las emociones.

Desde un simple mal humor hasta un arrebato de ira, el enojo puede crear mucho malestar si no podemos gestionarlo de forma adecuada.

enojo expresado con un puño aplastando un papel

Hay muchas formas de expresar las emociones, pero no todas son saludables

¿Qué es el enojo?

El enojo es una respuesta emocional que surge de manera natural ante determinadas situaciones, activando la disconformidad. Ciertas discusiones o situaciones pueden generar tanta irritación en quien no puede controlar su enfado, que pierde la racionalidad. En milésimas de segundos hay factores que actúan como detonadores, impidiendo al cerebro identificar que algo no está bien. Y en menos de media hora, se sale de control.

¿Qué factores pueden causarlo?

Dependiendo de cada persona en particular, de sus vivencias y experiencias atravesadas, los factores desencadenantes son variados. Por un lado existen factores internos como:

  • recuerdos traumáticos
  • baja autoestima
  • celos e inseguridad
  • dificultad para controlar los impulsos
  • pensamientos de posesión hacia otras personas
  • perfeccionismo
  • Y todo aquello que aparece en la mente e impide pensar con claridad.

Por otro lado hay factores externos que pueden actuar como desencadenantes:

  • discusiones
  • provocaciones de terceros
  • situaciones injustas
  • problemas de pareja
  • conflictos laborales
  • y toda circunstancias que sale de nuestro control

Rol de la cognición

El papel que juega la cognición es fundamental, ya que los pensamientos alimentan la reacción emocional. Cuanto más rabia e irritación se produce, más pensamientos aparecen para retroalimentarse mutuamente. Y con ellos las reacciones corporales y la conducta agresiva, en un círculo vicioso.

Consecuencias del enojo

Es posible que nuestras relaciones interpersonales sean afectadas, si no gestionamos en forma adecuada nuestras emociones negativas. Si bien enojarnos ayuda en muchas ocasiones como defensa, si el enojo permanece en el tiempo resulta desadaptativo.

Algunas personas tienen tendencia a enojarse como característica de su personalidad. Otras lo vivencian como un hecho aislado, que oculta sentimientos de tristeza, impotencia o miedo. Descubrir en ambos casos la causa, ayudará a controlarlo.

En nuestro cuerpo se producen reacciones físicas como taquicardia, tensión muscular, mayor temperatura corporal. Y nuestra conducta se convierte en hostil o agresiva, variando entre gritos, insultos, amenazas, huidas, entre otras.

¿Cómo manejarlo?

Para controlar esta emoción, es necesario comprender que la clave no está en la situación que la genera o en las cosas que nos pasan. Sino en nuestra manera de afrontarlas, en nuestros pensamientos y reacciones. No se trata de reprimir el enojo sino de hacerlo consciente para tomar el control de él.

  • Identificando el problema y las situaciones que nos hacen enojar
  • Planificando el autocontrol (lo que podemos hacer cuando ocurra)
  • Tomar la decisión de autodominio, planteándonos las opciones posibles
  • Revisar cada día el progreso logrado en relación a las reacciones emocionales

Sinónimos de enojo

Enfado, irritación, furor, fastidio, molestia, desagrado, ira, exasperación, cólera, disgusto, arrebato

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