Marco conceptual es la selección, integración y organización sistemática del conjunto de modelos teóricos, argumentos, conceptos e ideas que fueron desarrollados con relación a un tema. La información que será integrada al marco conceptual tiene la función de ampliar la definición del objeto de estudio, detallar con mayor precisión sus características, describir tanto las funciones como las partes que lo integran, como así también añadir conceptos relevantes que estén asociados a la temática.
El propósito del marco conceptual no solamente tiene por finalidad aportar argumentación que explique y defina un objeto de estudio, sino que también puede funcionar con el fin de proponer una perspectiva diferente en relación con el mismo. A través del desarrollo de las principales líneas teóricas vinculadas al tema en cuestión, el marco conceptual puede proporcionar una mirada teórica nueva sobre el objeto de estudio.
Cuando en el ámbito académico debemos desarrollar un tema a través de un texto escrito es importante tener en cuenta que, si bien el objeto de nuestro estudio suele ser explicado generalmente en forma breve en la introducción, luego tiene que ser fundamentado y respaldado en su desarrollo a través del marco conceptual, que estará compuesto por las distintas líneas argumentales o corrientes doctrinales asociadas al tema que es objeto de nuestro texto.
En la organización de las ideas y argumentos centrales de un marco teórico, también llamado marco conceptual, se debe ir de lo general a lo particular, teniendo en cuenta que un recurso fundamental en dicha organización de conceptos es la utilización de la definición. Este recurso es clave ya que permite convertir un término técnico o especializado en una expresión comprensible a través del verbo relacional más utilizado que es el verbo ser. Otros verbos como corresponder, conocer, entender también posibilitan presentar de diversas maneras la definición. Por ejemplo: la unidad más pequeña de la materia se conoce con el nombre de átomo.
El marco conceptual está delimitado en su estructura por el objeto de investigación, y suele ser el punto de partida de toda investigación científica.
Cuando construimos un marco conceptual también es importante la precisión en la utilización de los términos que usamos. Esto es relevante en particular en las ciencias sociales y humanísticas, en las que las palabras suelen tener significados diferentes según sean las perspectivas teóricas en las que están enmarcadas. Si tomamos como ejemplo el aprendizaje en la psicología, veremos que existen distintas teorías que explican la forma en que aprenden los sujetos. Cada una de dichas teorías establece una serie de conceptos particulares que están relacionados unos con otros para dar cuenta del tema aprendizaje.
Una de ellas es la psicología cognitiva, la que considera que el conocimiento se adquiere a través de la experiencia (cognitivo refiere a “cognición” o capacidad del sujeto para conocer a través de la percepción de los sentidos). En cambio la psicología conductista, por ejemplo, enfoca el estudio del aprendizaje en la observación de la conducta, entendiendo al aprendizaje como la respuesta a la repetición de un estímulo externo.
Si tuviéramos que construir un marco conceptual sobre la psicología cognitiva, no podríamos incluir palabras como “respuesta” y “estímulo” porque son términos técnicos específicos de otra perspectiva teórica diferente. Las palabras que se utilizan deben ser consistentes con el marco conceptual y la orientación teórica de la que se habla.
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"Marco conceptual". En: Que Significado. Disponible en: https://quesignificado.com/marco-conceptual/ Consultado: 13 de noviembre de 2024.