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Pragmático

El término pragmático, que deriva del griego pragmatikus (pragma es “hecho o acción”), es un calificativo que se utiliza para las personas que actúan con inteligencia práctica frente a la resolución de problemas.

En el mismo sentido, pragmático es quien adhiere al pragmatismo, doctrina filosófica que sostiene que el conocimiento se adquiere por la experiencia práctica, es decir por la praxis.

Pragmático es alguien práctico, que resuelve sus problemas con rapidez y practicidad.

En sentido contrario, el dogmatismo es una escuela filosófica que sostiene que el conocimiento se adquiere a través de la razón, con indiferencia a lo que se conoce por medio de la experiencia.

Quien es pragmático se caracteriza por el sentido práctico de sus decisiones y de su conducta. Dicha practicidad o pragmatismo es la cualidad que permite adecuar las acciones en virtud del resultado deseado, sin perder tiempo en disquisiciones teóricas.

La persona pragmática tiene tendencia a actuar rápidamente, y está enfocada en los resultados. La planificación y debate previo son realizados en forma apresurada, pasando a primer plano la acción directa.

En el mercado laboral ser pragmático es un valor agregado del perfil profesional, ya que dicha cualidad permite llevar a la práctica las metas propuestas.

El pragmatismo es una capacidad que tiene el sujeto para lograr una buena organización que le permita, de manera eficiente, seguir procedimientos evitando aplazamientos, improvisaciones y riesgos no calculados.

Sin embargo el uso del término pragmático en este sentido hace que la palabra aparezca envilecida en el lenguaje coloquial actual. Las personas autodenominadas pragmáticas se definen como desinteresadas en la reflexión de sus actos, considerando que ello obstaculizaría la rapidez o eficiencia de sus determinaciones.

Del mismo modo, en el campo político se suele calificar una decisión o una acción como pragmática cuando tiene una connotación negativa a nivel moral, o que poco tiene que ver con la ética.

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