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Heurística

Proveniente del griego heuriskein que significa “hallar” (la raíz heur es “buscar, seguir”) la palabra heurística se relaciona con la búsqueda, etimología compartida con la palabra eureka. El término heurística puede ser utilizado como sustantivo, en relación a la disciplina o ciencia del descubrimiento.

Pero también la heurística puede utilizarse como adjetivo, al vincular el término con método, estrategia, silogismo o conclusión. Ambos usos de la palabra están íntimamente relacionados, puesto que la heurística propone formas estratégicas para llegar al descubrimiento.

El término heurística fue utilizado por el científico Albert Einstein en la publicación que le otorgó el Premio Nóbel de Física en el año 1921.

La capacidad heurística es inherente al ser humano, y está basada en la experiencia práctica. Es una característica que habitualmente permite el uso del recurso de la creatividad para resolver problemas, y el desarrollo del pensamiento divergente. Cuando no es utilizada dicha capacidad suele decirse que estamos frente a una búsqueda a ciegas.

En nuestra vida cotidiana resolvemos a diario muchísimos pequeños dilemas, que se suceden unos tras otros en la complejidad del entorno en que vivimos. Tomamos constantemente decisiones acerca de nuestro trabajo, nuestra profesión, nuestra alimentación, nuestra familia.

Muchas de las decisiones diarias que naturalizamos son difíciles, pero estamos tan habituados a resolverlas con naturalidad y facilidad que no advertimos ese mecanismo inconsciente que es heurístico, por el que podemos reformular un problema y transformarlo en un proceso que va de lo complejo a lo simple, para que pueda ser resuelto de forma casi automática.

El pensamiento heurístico busca la simplificación de un problema de manera no intencional, por eso decimos que se trata de un mecanismo inconsciente. Sin quererlo buscamos un atajo, un sendero más sencillo, ya sea a través de una valoración incompleta de la real dimensión de la situación, o por medio de una impresión meramente subjetiva.

La respuesta heurística ocurre en forma automática, es un atajo mental cómodo ante una pregunta compleja, que ocurre por la imposibilidad de afrontar todos y cada uno de los problemas que se nos presentan.

El estereotipo es un claro ejemplo del uso de un atajo mental o heurístico, cuando juzgamos a una persona basándonos en la descripción estereotípica del grupo al que pertenece. Decimos por ejemplo, todos los pibes con gorra son ladrones, sin conocer que ese individuo no es representativo del estereotipo.

Si bien la heurística suele funcionar generalmente bien para la mayoría de las situaciones, también puede conducir a errores sistemáticos por el uso de la analogía en la toma de decisiones.

Como parte del método científico, es aplicable la heurística a cualquier ciencia a través de la elaboración de reglas, principios, programas y estrategias que faciliten la búsqueda de soluciones.

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