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Erudito (del latín eruditus) es aquel que tiene amplia instrucción y un saber profundo en una o varias áreas de la inteligencia.

La erudición, en la época de la Ilustración, se refería al concepto de la persona ideal. Esta debía incluir: conocimiento científico, cuerpo de atleta y habilidad de artista.

Si bien conocemos los nombres de eruditos famosos como Goethe, Da Vinci o Franklin, no es necesario tener su genialidad para ser erudito. Todos podemos expandir el ámbito de intereses y adquirir nuevos conocimientos.

Erudito en lugar apartado frente al mar

La vida espiritual es otra de las dimensiones del erudito

¿Cómo es un erudito?

Muchas veces confundimos al sabio con el erudito, porque ambos son personas que tienen sólidos conocimientos. Pero se trata de un conocimiento diferente, orientado hacia distintas direcciones. El sabio tiene sabiduría para dirigir su vida, inteligencia emocional y empatía para interactuar en las relaciones sociales. Orientar su vida, la de su familia, y la de los demás caracteriza al sabio.

Un erudito, en cambio, si bien tiene un cúmulo de conocimiento técnico para hablar de muchas cosas con solidez, carece de orden en la vida. Sus prioridades no están jerarquizadas en medio del caos en que se convierte cada día de su erudición.

El tipo de erudición de la que hablamos no alcanza para resolver los problemas de la vida, o los conflictos de familia. Ni para tomar decisiones en momentos difíciles, ni para tomar responsabilidad en los actos de gobierno.

Quien sea sabio y erudito al mismo tiempo posee una gran riqueza. Pero el conocimiento por sí solo, por profundo que sea, puede llevar al ser humano a la destrucción.

¿Para qué sirve ser erudito?

Tener profundo conocimiento nos ayuda a comprender el mundo, y a tener una visión de él desde una perspectiva mucho más amplia. A menudo los avances tecnológicos aparecen asociados a nuevas ideas en otras áreas insospechadas. A primera vista no están relacionadas entre sí, pero luego la física reconoce el aporte que ofrece la biología. O la inteligencia artificial combina funciones que antes se realizaban por separado (gps, computadora, cámaras fotográficas).

¿Es difícil lograr la erudición?

Independientemente de la edad de las personas, la capacidad de aprendizaje depende de las conexiones neuronales del cerebro. 

En la niñez el cerebro se desarrolla en forma acelerada. Y alcanza el desarrollo óptimo en la adolescencia, entre los veinte y treinta años. Sin embargo, pasada la tercera década la capacidad para aprender no desaparece.

Lo que ocurre es que las conexiones neurales, si bien se forman en cualquier momento, también se destruyen con facilidad si no las usamos. Simplemente se cortan por innecesarias, por eso es necesario aprender algo nuevo como un idioma extranjero, y establecer nuevos vínculos sociales.

Sinónimos de erudito

sabio, estudioso, docto, ilustrado, letrado

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