El coeficiente intelectual CI o IQ, del inglés intelligence quotient es un coeficiente o valor que surge de una serie de preguntas y ejercicios de opciones múltiples, que requieren el uso de la memoria, la lógica, la comprensión de texto y el razonamiento, preparados para medir la inteligencia.
También llamado cociente intelectual es el resultado de un test de evaluación estandarizado que fue diseñado para valorar y calificar la inteligencia de una persona en relación a un grupo etario.
En el mundo un porcentaje superior al 90 % de las personas poseen un coeficiente intelectual estándar, es decir que oscila entre los 80 y 110 puntos, siendo la cifra promedio de 100 puntos. Los resultados que superan los 100 puntos están por encima de la inteligencia promedio, y los que están por debajo de los 100 no alcanzan la inteligencia media, pudiendo haber una desviación estándar de 15. Sin embargo, los resultados de los test de inteligencia sólo son aproximativos y especulativos, ya que los atributos y habilidades cognitivas de las personas no se limitan a un simple test.
El coeficiente intelectual limítrofe CL, es un valor situado por debajo del valor promedio de la población, pero por encima del retraso mental. Generalmente se sitúa entre los 70 y 85 puntos, teniendo en cuenta las habilidades de adaptación al entorno.
Un coeficiente intelectual alto está situado por encima de los valores promedio, y en ellos los test identifican categorías basadas en escalas, que clasifican a las personas en inteligentes, brillantes y superdotadas.
La inteligencia es considerada la capacidad de comprender y entender, la habilidad y capacidad para resolver problemas con destreza, definición muy amplia que reduce la medición del coeficiente intelectual a un simple dato estadístico y arbitrario.
Los test de inteligencia son utilizados en los ámbitos de la educación, la salud y los recursos humanos. Pero debe tenerse en cuenta que ya sea para el cursado de estudios superiores, para obtener una beca o para conseguir un puesto laboral se requiere un análisis integral de la persona que no se limite a juzgarla por un resultado artificial o numérico.
Además, forman parte de la batería de los test de evaluación los ejercicios de agilidad mental, memoria y rapidez visual que son habilidades que suelen entrenarse con pasatiempos, y que de ninguna manera dan cuenta del real nivel cognitivo de una persona.
