Hábito

Un hábito es la repetición reiterada de una conducta, que se repite sistemáticamente formando parte de la vida misma de quien lo ostenta. Los hábitos no se heredan, no requieren del uso del raciocinio y se aprenden por ejercicio, ya que nadie nace con un hábito.

Tanto los vicios como las virtudes son hábitos según la ética aristotélica, ya que de la elección de nuestros comportamientos habituales dependerá nuestra actitud frente a la vida.

Las personas interactuamos con el medio que nos rodea, modelando continuamente nuestra forma de actuar y de ser en la comunidad.

Nuestra persona es transformada por la influencia del trabajo, la familia, la escuela, los amigos, el estilo de vida, factores todos que construyen nuestra identidad y escala de valores.

Ese conjunto de creencias y valores nos posicionan con una determinada actitud frente a las circunstancias de la vida y definen el rol o la posición que ocuparemos en la sociedad.

Las experiencias, sentimientos, ideas, valores y vivencias significativas dan marco a los hábitos de cada sujeto, razón por la cual éstos no son innatos sino adquiridos y pueden convertirse en necesidades que nos llevan a ejecutar acciones mecanizadas, como el fumar.

Todos los seres humanos tenemos una serie de hábitos arraigados que tienen gran influencia en nuestras vidas, siendo los determinantes de nuestros éxitos y fracasos.

Muchas de nuestras conductas recurrentes son inconscientes y requerirán de un trabajo de introspección para vislumbrarlas. La observación de ellas es importante para identificar los comportamientos negativos que incorporamos a efectos de eliminarlos en caso de necesidad.

Los buenos hábitos se califican así porque están dirigidos hacia una mejora de la calidad de vida de la persona, en función de la satisfacción o la felicidad que generen, como el hábito de hacer ejercicio, de higienizarse, de estar informado, de practicar un deporte, de educarse.

En cambio los malos hábitos son fuente de insatisfacción y tienen consecuencias negativas y dañinas para nuestra vida, al punto de convertirse en vicios como el despilfarro de dinero, la ociosidad excesiva, el beber en exceso, la pereza, el fumar.