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Conclusión

En toda investigación, relato, texto o ensayo, el fin del trabajo culmina con una conclusión, palabra derivada del verbo latino concludere que significa “cerrar”, “concluir”.

Es erróneo pensar que la conclusión es un resumen, o una síntesis apretada del texto.

Por el contrario, se arriba a una conclusión luego del análisis de una serie de datos sobre una temática en particular, fruto del estudio profundo sobre el tema.

La conclusión no es el resumen sintético sobre un tema, es el resultado de un análisis profundo sobre él.

En el ámbito de la lógica, o filosofía de la lógica, la palabra conclusión se refiere a una proposición que se deduce lógicamente a través de la razón, a partir de las premisas de la argumentación.

Es decir que si es válido el argumento utilizado, las premisas deberán implicar como consecuencia la conclusión.

El silogismo fue creado por el conocido filósofo y matemático griego Aristóteles, que estudió el razonamiento a través de la lógica clásica.

Por ejemplo:

  • Todos los mamíferos son seres vivos.
  • Todos los humanos son mamíferos.
  • Todos los humanos son seres vivos.

En este argumento lógico llamado silogismo, las dos primeras son premisas y la última proposición es la conclusión.

En el lenguaje cotidiano, anunciamos las conclusiones a través de expresiones como: “por lo tanto”, “entonces”, “como consecuencia”, “por ende”, “ergo”, entre tantas otras.

En la investigación y experimentación, las conclusiones son afirmaciones y argumentos relativos a datos comprobados fácticamente.

En un texto, ensayo o trabajo de investigación sobre alguna temática determinada, la conclusión es la parte cuyo objetivo es retomar la idea central transmitida a lo largo del desarrollo, y presentada en la introducción.

Recordando que las tres partes importantes de un trabajo escrito son la introducción, el desarrollo y la conclusión.

La conclusión se emite luego de desarrollar la argumentación, y se establece en forma de proposición final.

Se trata de elaborar sintéticamente los puntos más relevantes, aportando el conocimiento explorado pero sin hacer repeticiones de lo expuesto.

La conclusión, como dijimos antes, no es la repetición de ideas sino la oportunidad para hacer énfasis en la idea principal.

La idea de la conclusión es aclarar en el lector la importancia de las premisas desarrolladas, despertando el interés por el tema y dejando una impresión final duradera de aprendizaje.

Es decir que es el momento oportuno para dejar en el lector una huella memorable, por eso es la parte más difícil de la escritura.

La creatividad que se pone en juego al elaborar una conclusión, debe permitirle al lector recordar por última vez la importancia de todo lo expuesto, entender los por qué del resultado obtenido, y dejar abierta la puerta para futuras posibles áreas de interés ligadas al aporte intelectual realizado.

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