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Apología

El vocablo apología tiene origen etimológico en el griego apologos, que significa “un discurso en defensa”.

La figura de la apología fue descripta en la Antigua Grecia por filósofos como Platón y Aristóteles. En ese tiempo, era entendida en el sentido de una defensa legal. A través de un discurso cuyo aspecto principal era la oratoria, se defendía formalmente una determinada acción ante el público.

Hombre sentado defendiendo con énfasis una idea ante un micrófono

Hacer apología es defender con tono encendido una idea o convicción.

En la obra “Apología de Sócrates” escrita por Platón, el autor presenta el discurso de defensa de Sócrates. 

Sobre el filósofo griego pesaba la acusación de corromper a la juventud con sus enseñanzas y no creer en los dioses de la polis griega.

Condenado a muerte, Sócrates pronuncia un discurso ante el tribunal de Atenas en defensa propia, que dio motivo a la obra de Platón.

Evolución del término

En un primer tiempo la palabra se usó siguiendo el sentido griego del término, es decir como un discurso de defensa.

Con el correr de los años, surgió otra connotación paralela como “expresión de franco arrepentimiento“, asociada con las disculpas ante un error.

En verdad, actualmente el significado dominante refiere a cualquier situación en la que se defienda con énfasis a alguien o a algo.

La defensa de la que hablamos suele hacerse con vehemencia y en tono encendido, con el fin de justificar una acción o una ideología.

Apología del delito

Es una expresión muy usada en el lenguaje jurídico, en especial en Derecho Penal. Se trata de la instigación indirecta o aprobación pública de un delito.

La apología del delito es un intento por justificar hechos de legalidad dudosa o controvertida.

A través del discurso, se trata de hacer comprender al público que la acción ilegal que se defiende está asociada a principios éticos.

Apología del delito de violencia contra la mujer

Según el Código Penal Argentino comete apología:

Quien públicamente exalta, justifica o enaltece un delito o a la persona condenada por sentencia firme como autor…”

En ese sentido, la figura tiene el fin de proteger a la mujer y erradicar la violencia de género.

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