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Agorafobia

La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad que aparece por temor a los lugares públicos y espacios abiertos.

El término agorafobia es de origen griego, formado por agora: “plaza pública, asamblea, discurso” y phobia: “temor”.

De acuerdo a su origen etimológico, se trata de un temor patológico que genera angustia desmedida en los espacios abiertos.

Mujer parada en la altura de una terraza abierta mirando hacia abajo la ciudad con temor al espacio abierto.

El temor a un lugar del que es difícil escapar genera mucha angustia.

La agorafobia está considerada como la más incapacitante de las fobias. Se presenta como parte del trastorno de pánico o trastorno de angustia.

Se estima que alrededor de un 30% a 50% de quienes presentan agorafobia, también padecen un trastorno de angustia. Del mismo modo que sucede en la fobia social, el trastorno es más frecuente en las mujeres.

En estos casos, la ansiedad anticipatoria da origen a la conducta de evitación, es decir al miedo de tener una nueva crisis.

Se inicia así un círculo vicioso, en el que se sufre en forma anticipada para evitar posibles episodios con niveles intensos de pánico.

De qué se trata la agorafobia

Es una afección que en la mayoría de los casos se desarrolla alrededor de la edad de 35 años.

Se trata de la aparición de un temor o ansiedad por estar en situaciones donde puede resultar difícil escapar. O donde no es posible contar con ayuda si surge una intensa angustia.

Los ejemplos más comunes de situaciones o lugares que causan temor son: pararse en la cola de un Banco, formar parte de una multitud, permanecer en un espacio cerrado como un teatro.

También estar en un supermercado, o en un aula, en un autobús o en un avión.

Los temores están relacionados con preocupaciones como: quedar incapacitado para huir, la dificultad para pedir ayuda, la imposibilidad de escapar.

Algunos miedos del trastorno

  • A los ascensores
  • Transportes públicos
  • Temor a las multitudes
  • Miedo a los túneles
  • A estar lejos de casa

¿Cuándo se diagnostica?

Los médicos especialistas harán una evaluación diagnóstica cuando la ansiedad, el miedo o la evitación permanezcan seis o más meses.

Además, los pacientes deberán reportar al menos dos de los síntomas característicos:

  • El uso del transporte público
  • La permanencia en un espacio abierto como un estacionamiento
  • Estar en lugares cerrados como una tienda o teatro
  • Hacer cola frente a una multitud
  • Estar solo fuera de casa

Por otra parte, los síntomas deben ser desproporcionados en relación al peligro real, y provocar un malestar significativo.

Con relación al tratamiento, en el 90% de los casos es muy útil la terapia de exposición a la situación traumática, en la que el paciente se expone repetidas veces a lo que le generaba miedo.

En otros casos, la terapia cognitiva conductual es beneficiosa como también puede requerirse la inclusión de ciertos fármacos indicados por el especialista.

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