Agnóstico

Agnóstico (que proviene de a-gnosis que significa “sin conocimiento”) es el hombre que postula el agnosticismo, creencia que tiene su base en el empirismo o pragmatismo, que considera que todo conocimiento se fundamenta y origina en la percepción y experiencia a través de los sentidos. El agnosticismo considera inaccesible para el ser humano todo conocimiento divino acerca de Dios, o cualquier conocimiento que trasciende lo experimentado o que va más allá de lo físico.

A diferencia del ateo (a-teo es “sin dios”) que niega la existencia de Dios, el agnóstico no reconoce la existencia de Dios pero tampoco la niega, ya que no puede demostrar ni una cosa ni la otra. Los agnósticos rechazan ser considerados ateos, ya que en su concepción, no pueden rechazar aquello que no pueden probar que existe.

Es tan imposible probar la existencia de Dios como comprobar su inexistencia, por lo cual creer que Dios es el creador de la vida es una cuestión de fe, una decisión personal que va más allá de lo racional.

Un agnóstico alega que ninguna verdad es absoluta puesto que no puede ser demostrada, motivo por el cual afirmarlo sería tener conocimiento de multiplicidad de posibilidades y circunstancias que escapan a la capacidad del cerebro humano.

Por eso el agnóstico no afirma la existencia de Dios, ya que según sus postulados las personas no tenemos el conocimiento necesario para comprender ni demostrar su existencia. Y tampoco para negarla.

El agnosticismo también debe ser diferenciado del escepticismo, ya que los agnósticos ponen en tela de juicio la capacidad humana para entender y demostrar lo divino, mientras que los escépticos someten a crítica la afirmación de cualquier verdad.

El escepticismo utiliza la duda como método de investigación científica, dudando de toda afirmación lógica y no dando nada por sentado.

Para el agnóstico, la única herramienta válida es la razón, por lo que todo lo que es incomprensible para ella o lo que excede la lógica humana es inaceptable, lo que explica su postura ante la idea de Dios, idea que no es asequible para la razón.