Ir al contenido

Seglar es un término que refiere a la condición de aquellas personas que no integran el estamento eclesiástico sino que son parte de la sociedad laica. Es decir que se trata de personas creyentes que pertenecen al ámbito secular, que no han recibido ninguna orden religiosa ni integran el clero. La iglesia católica reconoció el rol de seglar en el “aggiornamento” o modernización de dicha corriente cristiana a través del Concilio Vaticano II, que fue convocado por el Papa Juan XXIII en el año 1962 y clausurado en 1965 por el Papa Paulo VI.

Dicho Concilio fue un gran acontecimiento de la Era Moderna para la comunidad católica, ya que procuró no sólo una renovación moral sino un camino de conciliación con los fieles apartados de la fe católica. Llevó adelante una revisión profunda tanto del fondo como de la forma de sus actividades, proporcionando una apertura hacia el mundo moderno en relación con las problemáticas antiguas y actuales.

El seglar es un creyente que tiene un rol significativo por su desempeño religioso, pero no forma parte de la institución formal de la iglesia.

Uno de los dieciséis (16) documentos del Concilio Vaticano II es el apostolado de los seglares (apostolicam actuositatem), en el que se establece que los laicos tienen el deber y el derecho de ser apóstoles, por su unión con Cristo. El seglar tiene derechos y deberes derivados de la misma naturaleza de su vocación cristiana, insertos en el Cuerpo de Cristo por el Bautismo, fortalecidos por el Espíritu Santo, y destinados al apostolado por el mismo Señor Jesucristo. Finaliza el documento afirmando que “Las circunstancias actuales piden un apostolado seglar mucho más intenso y más amplio.”

De este modo, el catolicismo estableció la importancia de la función del seglar dentro de la comunidad de los feligreses, considerándolo como un integrante formal de la institución. Su tarea cobra relevancia en el ámbito educativo, ya que tiene el conocimiento y capacitación para impartir enseñanza relacionada con la religión católica.

El catequista es uno de los ejemplos del rol de seglar más reconocido dentro de los feligreses, ya que su función los autoriza a enseñar la Biblia aún sin ser sacerdotes.

El seglar se distingue por haber recibido el Bautismo, sin el cual está impedido de cumplir su tarea. La actividad que desarrolla el seglar es muy dinámica, y se relaciona con todo aquello que implique colaborar para que el mensaje de salvación eterna llegue a todos los hombres y puedan conocer a Dios.

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *