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Decencia

Decencia es un término derivado del latín dencentia, que significa “cualidad de lo que es apropiado”. Su raíz decere se traduce como “ser apropiado”.

Según su etimología latina, decencia deviene de la compostura que el colectivo social espera de cada persona, en relación a lo que está considerado correcto.

Por lo tanto, la palabra está asociada a la moral y buenas costumbres, no solo en términos delictivos o ilícitos sino también a lo reprochable socialmente.

la decencia es una cualidad moral

Abrazo

¿Qué es la decencia?

Según la Real Academia Española de Letras (RAE), el término se aplica en tres sentidos: el del recato, modestia y honestidad de las personas, por un lado. El del aseo y compostura que corresponde a cada cosa o persona, por el otro. Y finalmente, la dignidad en las palabras y en los actos, conforme a la calidad de cada ser.

En nuestra actualidad, la decencia es una cualidad estrechamente vinculada a lo que la sociedad percibe como tal. Es decir, lo que cada cultura considera digno, adecuado y correcto. El comportamiento del individuo en los grupos sociales, su forma de vestir, su lenguaje, modestia y recato, será decente según las reglas sociales.

¿Una construcción social?

En realidad, según el momento socio histórico de que se trate, el concepto del que hablamos tendrá significaciones diferentes. Probablemente en tiempos antiguos, las vestimentas que impone la moda actualmente (en especial a la juventud), podrían ocasionar rechazo por su indecencia.

Del mismo modo ocurriría en una comunidad religiosa que exige el cumplimiento de normas de conducta y modos de vestir. Mujeres que podrían ser calificadas como indecentes sólo por no respetar el largo de las polleras.

Sin embargo hay acciones claramente reprochables en toda época, cuando tienen que ver con la honestidad. Toda acción que avanza sobre el derecho del otro, que ejerce violencia y atropello es indecente. El abuso de poder, la opresión a los más débiles, el robo “de hormiga”, el uso ilícito de un bien ajeno, el aprovechamiento de la ignorancia o vulnerabilidad de los demás.

Decencia como principio rector

Aunque no podamos elaborar una definición exacta, si alguna cualidad resume los valores de alguien es la decencia. En sentido figurado, se trata de la dignidad en los actos y en las palabras. No es simplemente tener buen trato, ser respetuoso y educado. Ser decente expresa algo más profundo, tiene un componente natural de predisposición hacia los demás. Ser sensible a sus necesidades sin ponerse “por encima de” ni imponer criterios ni dar golpes bajos.

El respeto por el otro, la ausencia de mentiras, la escucha atenta, la consideración por los demás, la honestidad, son parte importante de la decencia.

Se instruye decencia desde la infancia con la enseñanza en el hogar, en la escuela, en las instituciones, el ejemplo de los adultos, el cumplimiento del deber, el diálogo, la responsabilidad social.

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