La ganadería o actividad pecuaria es una antigua actividad económica que pertenece al sector primario de la economía, consistente en la cría y explotación de animales para el consumo humano. Desde tiempos remotos el hombre domesticó animales para asegurar sus necesidades alimentarias y de otros insumos, utilizándolos a posteriori para transportar cargas o efectuar la actividad agrícola, base de la economía.
En el siglo XV comenzó el desarrollo de la producción pecuaria en forma precaria, con escasa comercialización, escasos recursos y escaso consumo. A posteriori se desarrolló a gran escala con la generación de altas rentabilidades, y recién a partir de los siglos XIX y XX, luego de la colonización de América en manos españolas, el desarrollo fue intensivo llegando inclusive a agotar los recursos.
Actualmente, la cría de ganado supera la de la agricultura puesto que la actividad pecuaria es factible en las áreas en las que el clima no es favorable para el crecimiento de cultivos como las zonas áridas o de altas montañas.
La actividad principal de la ganadería se enfoca en la producción de carnes provenientes de vacunos y porcinos preferentemente. Asimismo es importante la producción de leche y sus derivados lácteos como manteca, quesos, cremas y también la fabricación de abrigos, carteras, zapatos utilizando la piel, el cuero y los pelos del animal.
A nivel mundial es relevante la cría de ganado vacuno, ovino, porcino y bovino, aunque existen otros tipos de ganado en algunas regiones del planeta como el equino y caprino, y en menor proporción la avicultura (cría de aves), apicultura (cría de abejas) y cunicultura (cría de conejos).
La ganadería puede clasificarse en intensiva o extensiva según la racionalización del espacio y las técnicas empleadas, donde los animales no llegan a salir de las granjas de engorde o bien vagan libremente en búsqueda de su propio alimento.
