La caligrafía o arte de la bella escritura, proviene del griego kalligraphía que se compone de los vocablos kallos (hermoso) y graphía o graphein (grabar o escribir). La caligrafía consiste en una técnica de comunicación escrita con riqueza artística, por medio de la cual las personas pueden comunicarse. Es el arte de escribir a mano bellas letras, con pluma o bolígrafo.
La caligrafía con la que se escribe una nota o mensaje, hace interesante la visión del escrito por los signos de formal elegancia y armonía que lo componen. También representa la imagen de la personalidad de la persona que escribe, más allá de si la letra es o no bella.
Sus orígenes datan de muchos años antes de Cristo en la cultura China, que dio un valor histórico a expresiones artísticas de gran tradición como la escritura y caligrafía, pudiendo observarse aún actualmente la belleza de sus ideogramas.
En Oriente, el Islam desarrolló un sistema propio de caligrafía basado en el lenguaje árabe.
Los escribas de la antigüedad egipcia, dominaban la técnica de la caligrafía conforme a su prestigio y estatus social.
Luego de la aparición de la imprenta, la caligrafía fue sustituida por la tipografía, las máquinas de escribir y posteriormente por las computadoras. Inclusive fue eliminada de las escuelas la asignatura “caligrafía” con la que se enseñaba a los alumnos el arte de escribir.
Sin embargo, si bien cayó en desuso siguen observándose inscripciones en caligrafía en algunos logotipos de empresas, carteles comerciales y etiquetas de muchos productos que continúan utilizando el lenguaje visual.
Las actuales computadoras ofrecen distintos tipos de “fuentes” o estilos caligráficos que no requieren ninguna habilidad artesanal, por lo que ya no es común la letra caligráfica en la escritura de las letras del alfabeto.
Sin embargo los peritos calígrafos en el ámbito judicial, entienden en el reconocimiento de las letras y firmas de los documentos probatorios para imputar o deslindar responsabilidad.
