Valores universales

Los valores universales son cualidades morales inherentes a todos los seres humanos y comunes a todas las personas.

La expresión valores universales se refiere a las normas de comportamiento ético que están implícitamente aceptadas por todos para poder vivir en sociedad.

Si bien todos los seres humanos somos diferentes y pertenecemos a distintas culturas, e inclusive tenemos diversas escalas de valores de acuerdo con nuestra educación, nuestro origen, nuestra familia y sistema de vida, hay valores que son comunes a todos los sujetos, cualquiera sea el lugar en el que se encuentren.

La característica principal de los valores universales es que son compartidos, a diferencia de otros valores, por toda la sociedad. Por ejemplo la solidaridad es un valor y una virtud deseada por toda comunidad, aunque no todo sujeto da cuenta de dicho valor. Cualquiera sea el continente y nivel cultural del que se trate, la cooperación entre los habitantes es un valor positivo que fortalece las relaciones humanas y enriquece a las personas.

Los valores universales constituyen un conjunto de normas de convivencia que son consideradas positivas y necesarias para vivir armónicamente en una sociedad. La ética, la filosofía y la moral son las ciencias que estudian los valores universales, los cuales son considerados innatos e inherentes al ser humano.

Por otra parte, los derechos humanos son prerrogativas que tienen fundamento o basamento en los valores universales, que hacen a la dignidad de las personas.

Si bien hay muchos valores que son positivos para cualquier persona, los valores universales más destacados son: la libertad, el respeto, la honestidad, la igualdad, la justicia, el amor, la verdad, la paz, la amistad, la bondad, la responsabilidad, la valentía, el honor.

Muchos de ellos son complementarios y están relacionados entre sí, teniendo valor especial por su contribución a las mejoras de la sociedad y su aporte para preservar la dignidad de las personas. Por esta causa son valores universales comunes a todas las culturas, aún de los lugares más remotos.

Contrariamente a los valores universales se encuentran los valores relativos, que no son considerados comunes en todas las civilizaciones y sociedades. Los valores relativos son aquellos valores que están supeditados a la valoración individual, a la consideración subjetiva que se tiene en cuenta desde una perspectiva personal como desde una determinada cultura. Son valores que no tienen  demasiada permanencia en el tiempo ni demasiado alcance o intensidad, ya que reciben la influencia de parámetros determinados por la religión o la cultura.

Un valor no debe ser confundido con una norma, ya que ésta es un precepto o regla impuesta para que tengamos un determinado comportamiento social. En el campo del derecho, las normas son dictadas por autoridad competente para respetar un ordenamiento jurídico, ambos necesarios para el correcto funcionamiento de una sociedad.

Un valor, en cambio, es asumido en forma personal determinando nuestra actitud ante la vida, sin otro juicio que el de ser buenas o malas personas para la sociedad pero sin mediar penalidad alguna. Los valores universales son sobreentendidos como reglas internas que nos guían para saber cómo direccionar nuestra conducta con el fin de vivir en armonía con quienes nos rodean.