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El valor es la cualidad, positiva o negativa, que puede ser atribuible a todas las cosas, hechos o sujetos. La ciencia que estudia su naturaleza y esencia es la axiología, disciplina que se desprende de la filosofía.

El valor que se confiere a los objetos es agregado a sus características físicas y tangibles. Dicha estimación es el resultado de una interpretación subjetiva acerca de su utilidad o importancia.

El valor es estudiado por la axioogía, disciplina que forma parte de la filosofia.

Es decir que la valía de un objeto es atribuida por el sujeto, de acuerdo con su percepción de él. En dicha interpretación personal se ponen en juego sus criterios, su ideología, sus formas de aprendizaje y sus ideales.

En la interpretación, los contenidos materiales son traducidos o internalizados de un modo personal, según las propias experiencias y nociones de un orden natural y superior que trasciende al sujeto.

Los valores no son objetos materiales sino que son las impresiones subjetivas que ellos nos producen y que nosotros proyectamos sobre las cosas confiriéndoles un valor positivo o negativo, según nuestra impresión subjetiva sea agradable o desagradable.

Los mecanismos internos de objetivación y de proyección hace que las impresiones que los objetos nos causan sean exportadas de nuestro interior hacia las cosas, y digamos de ellas que son santas o profanas, buenas o malas, según nuestra calificación.

Hay valores indispensables para una buena convivencia en sociedad, como la lealtad, la honestidad, el respeto, la identidad cultural, la solidaridad, la tolerancia, la gratitud. Si dichos valores superaran sus antagónicos, la humanidad viviría en paz y armonía.

Algunas cualidades del sujeto adquieren el rango de valor cuando son alcanzadas como prácticas sociales. Por ejemplo la libertad es un valor, no por el concepto en sí mismo sino cuando es practicada y ejercida por los sujetos libres en una comunidad.

Los valores permiten el desarrollo de virtudes que benefician a nuestro entorno cuando son desplegadas. Pero estos valores son distintos según la cultura, los grupos sociales, la tradición, la religión o los hábitos.

Por ejemplo la valoración y el respeto a la mujer no es el mismo en Medio Oriente que en otros lugares del mundo. Existen hechos que son vejatorios en ciertas culturas, pero están naturalizados en otras regiones culturales.

Entre los valores, también podemos afirmar que existen otros tipos como los valores económicos, los valores morales o espirituales, los valores sociales, entre otros, los que interaccionan entre sí y tienen jerarquías diferenciadas.

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