Ir al contenido

Semiología

El término semiología tiene su origen etimológico en el griego, cuyo significado es “estudio de los signos“.

En ese sentido, el lenguaje debiera ser visto como una parte de la semiología, pero hay consenso en señalar que su estatus es autónomo y privilegiado.

Por lo que la semiología se considera el estudio de todo sistema no lingüístico de signos.

La semiología estudia los signos que no pertenecen al lenguaje.

En toda sociedad la comunicación entre las personas se realiza a través de las lenguas y de los códigos no lingüísticos.

Incluso las expresiones artísticas son una forma de lenguaje de los pueblos, que reflejan su cultura. Todo ello da a los signos una función social.

Así es como el teórico suizo de Saussure (padre de la lingüística), definió a la semiología como “la ciencia que estudia la vida de los signos dentro de la vida social“.

Funciones de los signos

La función de un signo es comunicar una idea a través de un mensaje. Este proceso de la comunicación implica un objeto del que se habla (o referente) entre un emisor y un destinatario.

Pero la transmisión de lo que se dice del objeto o referente requiere de un medio: son los códigos o signos.

Según Jackobson, las funciones de los signos están vinculadas al medio de comunicación. Ellas son:

  1. La función referencial
    La base de toda comunicación está dada por la relación entre el objeto del que se habla y el mensaje que se emite. La función esencial es emitir una verdad clara, objetiva y verificable que evite confusión entre el signo y la cosa de la que se habla.
  2. La función emotiva
    La relación que define esta función es entre el emisor y el mensaje. Al hablar emitimos ideas pero también nuestra actitud sobre el objeto del que hablamos (el referente es el propio emisor).
    Por ello el lenguaje tiene una doble función: una objetiva, y otra subjetiva o afectiva, con tipos muy diferentes de codificación.
  3. La función connotativa
    Esta función define la relación entre el receptor y el mensaje, ya que este último está orientado a provocar una reacción en quien lo recibe. En la publicidad adquiere gran importancia esta función, donde los signos del mensaje apuntan a motivar al receptor.
  4. La función estética
    También llamada por Jackobson función poética, es la relación del mensaje consigo mismo. Tal es el caso del arte y la literatura, que crean objetos o mensajes con simbología y significación propia, más allá de los signos.
  5. La función fática o relacional
    Está centrada en el canal de comunicación y no en el contenido, ya que su fin es sostener, finalizar o iniciar un diálogo. El objetivo es facilitar el contacto entre los hablantes, a través de saludos o preguntas.
  6. La función metalingüística
    Es la que define el sentido de los signos para que sean comprendidos. Por ejemplo aclarar con comillas que se habla de la “semiología en sentido médico”, es remitir a los signos como síntomas de la enfermedad para definir un diagnóstico.

Todas estas funciones son concurrentes y están mezcladas en un mismo mensaje, donde conjugamos el sentir, el pensar, el comprender, el razonar, teniendo presente al hombre como unidad indivisible y ser biopsicosocial.

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *