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Restaurante

Restaurante es el nombre que reciben los establecimientos que preparan y sirven alimentos a las personas que desean pasar un tiempo de ocio disfrutando una exquisita comida.

De origen francés, proveniente del latín restaurare, la palabra remite al término “restaurar” en relación al poder reconstituyente de los alimentos y a la oportunidad del cliente de reponer los estómagos cansados.

El prefijo re indica “volver hacia atrás”, como ocurre por ejemplo con la palabra recitar, que significa “volver a citar”.

Los restaurantes forman parte de la vida cotidiana del mundo culinario.

El uso de galicismos es muy frecuente en el ámbito de la gastronomía, y Francia es sinónimo innovación, refinamiento y buen gusto. 

El siglo XVIII, llamado siglo de las luces, fue una nueva vía de penetración de las nuevas ideas en la época de la Ilustración, que constituyó la base de la Revolución Francesa.

La época significó la ruptura de los gustos medievales europeos y el ingreso a un proceso de nuevos postulados culinarios con gran influencia francesa.

Luego de la Revolución Francesa, los menús de los hoteles y restaurantes comenzaron a definirse en francés, evolucionando de tal forma la tendencia francesa que se expandió por toda Europa.

La cocina tradicional de la nobleza, caracterizada por la opulencia y complejidad en la elaboración de los platos, cambió en forma sustancial.

A la par de las transformaciones sociales, donde los grandes cocineros de la corte se quedaron sin trabajo, la gastronomía dejó de estar al servicio de la nobleza.

Los cocineros fundaron sus propios restaurantes que se llamaron beauvilliers, para honrar a Antoine Beauvilliers que fue quien abrió su primer local en el Palais Royal.

La Cuisine Clasique dominó Europa hasta la década del 70 en que la llegada de la Nouvelle Cuisine incorporó técnicas, ingredientes y utensilios que reflejaron una nueva forma de arte.

La cocina francesa pasó de ser artesanal a convertirse en una manifestación artística.

Palabras de uso culinario muy común en español responden a la lengua francesa, como barbacoa, guarnición, consomé, dando cuenta de la interculturalidad en todos los niveles sociológicos.

Si bien tienen un origen milenario las bodegas, los mesones, las fondas, hosterías y todo tipo de establecimientos populares destinados a servir comidas caseras a precios modestos, con el paso del tiempo surgieron otras modalidades.

Se impuso un concepto más moderno de lo que tenía que ser un establecimiento destinado a cobijar a comensales con deseos de disfrutar de una buena comida sin prisas.

Un lugar cuyo ambiente fuera “reconstituyente”, y su decoración un poco más refinada que las tabernas y mesones.

Mesas individuales, servilletas, platería, vajilla refinada y fundamentalmente una carta completa de los menús y platos especiales de la casa.

Gracias al interés de los turistas, el conocido bistró francés que tenía en sus orígenes la finalidad de servir comida a las clases más humildes, se convirtió en un establecimiento de lujo para degustación de quesos y vinos selectos.

La versión más popular de restaurante en Francia, hoy conocida con el nombre de brasserie, originalmente fue creada para vender cerveza a los obreros de las fábricas.

Poco a poco, los restaurantes utilizaron decoraciones más atractivas y fastuosas para competir por los clientes, y hasta comenzó a usarse el espectáculo como herramienta de seducción del público.

Actualmente muchos restaurantes cuentan con personal calificado, chefs, maitres y camareros que ofrecen una alta calidad de atención y servicio al cliente.

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