Ir al contenido

Diversidad cultural

La humanidad durante siglos ha habitado todos los rincones del planeta, con excepción de la Antártida.

Vivir y trabajar juntos permitió a los diversos grupos de personas el desarrollo de las distintas culturas, a lo que actualmente llamamos diversidad cultural.

“Nuestra gran diversidad… es nuestra fuerza colectiva” (Declaración de Johannnesburgo, 2002)

La riqueza de la diversidad cultural resultante de la interacción horizontal y sinérgica de varias culturas, está basada en su sustentabilidad ya que ningún grupo es considerado superior al otro.

La interculturalidad refleja las múltiples culturas que coexisten en el mundo y forman parte del patrimonio de la humanidad.

El mosaico de las distintas culturas es tan amplio, que la resultante es una diversidad cultural que amplía las alternativas, permite el desarrollo de las capacidades más variadas, alimenta cosmovisiones y valores humanos.

También nos prepara para el futuro a partir de la sabiduría del pasado, impulsando el desarrollo sostenible de individuos, grupos sociales, comunidades y países.

Por ello, es necesario un abordaje mundial efectivo para el desarrollo sostenible que se enfoque en el respeto, protección y conservación de las diversidad del planeta.

Según la Unesco, la diversidad cultural es tan necesaria para el género humano como la diversidad biológica para los organismos vivos.

Es importante la influencia que ejerce la diversidad cultural sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) porque:

  • Toda forma de Educación para el Desarrollo Sostenible debe ser localmente relevante, y apropiada culturalmente.
  • La cultura es el capital que cada generación decide enseñarle a la próxima generación, incluyendo las cosmovisiones, la ética, los conocimientos más valorados, los idiomas, las destrezas.
  • La Educación para el Desarrollo Sostenible tienen implícito un entendimiento intercultural, ya que la humanidad debe tolerar y aceptar las diferencias entre los grupos étnicos y culturales para tener una convivencia pacífica.

En el año 2005 la Unesco lanzó un proyecto a través del programa de Sistemas de Conocimiento Locales e Indígenas (LINKS), a solicitud de los líderes en América Central de la comunidad mayangna.

El objetivo era salvaguardar la cosmovisión y el conocimiento de los mayangna. Las comunidades eligieron enfocar la parte primera del proyecto en las tortugas y los peces, que son la principal fuente de proteína y una parte fundamental del hábitat y modo de vida de los mayangna.

En 2009 se publicó el libro en español llamado “Conocimientos del pueblo mayangna sobre la convivencia del hombre y la naturaleza: los peces y tortugas”.

De este modo se recogió la sabiduría indígena sobre el mundo submarino, la relación del hombre y los animales, proporcionando una base para la mejora de la gestión de la biodiversidad incorporando el conocimiento indígena a la ciencia.

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *