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Dignidad

Dignidad, del latín dignitas que significa “valioso, con honor” es un valor inherente al ser humano, propio de su autonomía y libertad para gobernarse a sí mismo. La dignidad es un derecho intangible e inviolable de las personas.

El hombre es un ser racional y libre, que se rige por sus propias normas según el significado de autonomía, entendida como un potencial de emancipación respecto a las imposiciones sociales y naturales.

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Todo ser humano, mujer o varón, adulto o niño, sano o enfermo, bueno o malo, ateo o religioso siempre es digno, porque es un ser con fines propios, aspiraciones y proyectos personales que pueden ser concretados sólo por su decisión personal. El hombre tiene una misión moral que lo distingue de las plantas y los animales, puede decidir qué y quién quiere ser. La vida humana es respetable porque puede ser mucho más que vida, es vida con sentido, es biografía.

La dignidad se basa en el respeto que la persona tiene por sí misma y del que es merecedora por parte de los demás con independencia de cómo seamos. Ser tolerantes y reconocer las diferencias de las personas para que éstas se sientan libres y dignas, afirma la virtuosidad y la propia dignidad del ser humano.

La misma dignidad que nos permite transformar la naturaleza nos hace responsables de ella. Una dignidad excesiva puede exaltar el orgullo de la propia persona creando en ella la sensación de tener más derechos y privilegios.

En la historia de la humanidad se ha negado repetidas veces la dignidad humana para justificar ataques a los derechos humanos. En tiempos de la esclavitud se decía que el esclavo no era una persona humana sino un objeto. Los mismo ocurrió durante el nazismo con judíos, gitanos y homosexuales.

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