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La bondad es una cualidad de las personas que refleja claramente la naturaleza del ser humano, su esencia verdadera. La persona bondadosa es benévola y buena, tiene inclinación natural o disposición permanente para hacer el bien con una actitud de amor, respeto y comprensión.

La bondad refleja en la persona un gran respeto, interés y preocupación por el bienestar de los demás, brindando ayuda a quien lo necesita.

Bondad

Ser bueno no es decir siempre que si, ser ingenuo o bobo, sumiso, blando o sin carácter. Por el contrario, el carácter y la personalidad de los buenos es fuerte, cargada de entusiasmo, optimismo y energía, e infunde respeto, confianza y cariño a su alrededor.

Formar a la persona cuanto antes en la conducta bondadosa, iniciar desde la niñez el aprendizaje, formarlo en valores ayudará a construir la paz en su futuro adulto.

La mejor manera de enseñar, la mejor docente o maestra es el ejemplo, ya que el modelo es más eficaz que la diversidad de palabras. Los niños deben observar en el adulto que un comportamiento bondadoso como ayudar, cooperar, comprender y ser solidario es mejor que agredir, maltratar, insultar o arrebatar.

En el proceso enseñanza aprendizaje, el niño debe incorporar conceptos como hacer compañía a los abuelos, cuidar su habitación, recoger sus juguetes, ayudar a los padres en el hogar, colaborar en clases con sus maestros, prestar útiles a los demás, ayudar a los que menos tienen regalando ropa o algunas pertenencias, son sólo algunas de las tantas actitudes que forman al ser humano desde la niñez.

La bondad es mantener una actitud amable, generosa, compasiva y dispuesta a ayudar a los demás en lugar de la mezquindad, del egoísmo, de ver a los otros como rivales a los que es riesgoso ayudar.

La dureza de corazón como expresión de fortaleza y poder, el odio y el rencor, el deseo de destruir a los semejantes o querer sacar provecho de ellos en lugar de cultivar la simpatía, la empatía, el compañerismo, la amistad son claros obstáculos que se interponen en el logro de una convivencia regida por la ética y la moral.  

Ser bondadosos es un don, un valor que hay que desarrollar para perfeccionar el espíritu y la grandeza de la dignidad humana.

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