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Adicción

La adicción es una enfermedad multifactorial y primaria del cerebro que afecta la voluntad de las personas controlando su comportamiento. La adicción causa cambios neuroquímicos e involucra factores biológicos, psicológicos, genéticos y sociales, con signos y síntomas clínicos característicos.

La palabra adicción proviene del latín addictus, que significa “entregado a”, o “inclinado a”, o “adjudicado legalmente a”. En tiempos antiguos era común entre los romanos que un deudor insolvente (que era un hombre libre) fuera entregado a su acreedor en forma de pago como esclavo, por haber incumplido las obligaciones.

En el mismo sentido que lo indica su acepción originaria “entregado a alguien”, actualmente adicción es una palabra que remite a aquello a lo cual el adicto está entregado y sin lo cual no puede vivir.

Atendiendo a una versión psicoanalítica respecto del significado de la palabra adicción, podemos observar que ella está compuesta por el prefijo “a” (proposición negativa) más “dicción” (que es hablar o decir). Por lo tanto, adicción se relaciona con “lo no dicho”, con aquello que causa angustia porque no se pudo poner en palabras. Dicha angustia busca desesperadamente una vía de escape, y el adicto la encuentra en el efecto alienante de las sustancias.

La adicción controla el pensamiento y la conducta de las personas adictas, ya que son capaces de cualquier cosa para obtener lo deseado. Pueden cometer actos ilícitos poniendo en riesgo su propia vida, y distanciarse de sus seres más queridos ya que pierden conciencia de la realidad.

La adicción se caracteriza por la búsqueda patológica de una recompensa a través de una sustancia u otra conducta que cumpla el mismo fin de lograr una satisfacción inmediata. La adicción implica un imperioso deseo de consumo sin capacidad para controlar el comportamiento. El adicto tiene dificultad para reconocer los problemas que causa su proceder, afectando así sus propias relaciones interpersonales.

La adicción refiere no sólo al uso de sustancias psicoactivas de las cuales las más comunes son el tabaco, el alcohol y las drogas, sino que también hay adicciones al juego (ludopatía), al sexo (sexopatía), a la televisión, a la pornografía, a internet, al deporte, al celular (nomofobia) y a las nuevas tecnologías (tecnofilia).

La adicción a sustancias suele ser generalmente de tipo crónica, ya que se trata de un padecimiento recurrente y progresivo que busca compulsivamente el consumo de drogas, a cualquier precio.

La adicción es tratable y su recuperación es posible si se interviene adecuadamente, por lo que es importante buscar ayuda profesional idónea en todos los casos.

No debe confundirse un hábito con una adicción, ya que el primero refiere a una costumbre que, si bien es habitual, no genera la compulsión al consumo. Por ejemplo tener el hábito diario de beber una copa de vino en las comidas no es una adicción.

Ejemplos de uso de adicción

  • “Su adicción a las drogas le hizo perder a su familia.”
  • “Como consecuencia de su adicción internaron al famoso futbolista en una clínica especializada.”
  • “Los padres están preocupados porque su hijo está permanentemente sentado frente a la computadora en una verdadera adicción a internet.”
  • “Mi adicción al trabajo me causó agotamiento y estrés.”
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