El yeso es un mineral llamado aljez o piedra de roca que se presenta incoloro o blanco en estado puro, constituido por sulfato de calcio con dos moléculas de agua (CaSO4 2H2O).
Al calentarse a cierta temperatura, pierde parte de su agua formando una sustancia que al mezclarse con el agua toma una consistencia plástica que endurece al secarse, y se comercializa en forma de polvo.
La roca natural llamada aljez es extraída de canteras subterráneas o a cielo abierto, para ser transportada al proceso de trituración y almacenamiento en silos para su posterior cocción.
La mezcla del aljez con el agua en porciones determinadas, tiene la capacidad de fraguar en el aire constituyendo un producto pulverulento llamado sulfato de calcio hemihidratado, utilizado con el nombre de yeso de construcción.
En la fabricación del yeso, suelen adicionarse otras sustancias químicas para variar sus características de resistencia, fraguado, densidad, retención de agua y adherencia.
Su aspecto es compacto y terroso, generalmente de color blanco y de textura relativamente blanda, al punto que puede ser marcado por una uña.
El yeso es utilizado en construcción como pasta de juntas y de agarre, para revoques, enlucidos y guarnecidos, como así también para la preparación de superficies de soporte para pinturas artísticas al fresco.
También se fabrican paneles de yeso, escayolados para techos y tabiques. Como el yeso no es buen conductor de la electricidad y el calor, es utilizado como aislante térmico.
En odontología es muy usual para la fabricación de moldes de dentaduras; y en medicina, específicamente en traumatología, se lo utiliza para fabricar férulas indicadas para inmovilizar huesos y posibilitar la regeneración ósea en casos de fracturas.
Asimismo, el yeso es el material constitutivo de las tizas escolares para pizarrones. Utilizado también para la elaboración del cemento, moldes de esculturas, de monedas, jarrones y otros elementos decorativos.
