La úlcera es definida, histológicamente, como una brecha en algún tejido. Es una lesión causada por inflamaciones o infecciones con características de cráter en la piel y difícil cicatrización, debido al deterioro de las capas superiores del tejido 0 mucosas, ya sea en el estómago, en el intestino, en la boca o en otras partes del cuerpo.
La úlcera es una llaga circunscripta y abierta, que suele ser acompañada por la secreción de sustancias de los tejidos. Si la úlcera aparece en la zona bucal es denominada afta, y se ve rodeada de eritema o enrojecimiento de la piel.
Son muy comunes las úlceras pépticas, que son erosiones que afectan la mucosa que recubre el intestino. Generalmente son causadas por la bacteria helicobacter pylori, que ocasiona dolor abdominal, descripto por los afectados como dolor lacerante o fuerte ardor que se acompaña por la sensación de hambre dolorosa.
La úlcera estomacal es una herida producida por varios factores, como son los distintos ácidos estomacales que intervienen en la digestión, la presencia de la bacteria helicobacter pylori, o el uso indebido de medicamentos de tipo antiinflamatorio.
Aparece el síntoma del trastorno poco tiempo después de las comidas, no más de tres horas después, y suele calmar con la toma de antiácidos o la ingesta de alimentos.
Las úlceras gástricas son acompañadas por síntomas como la distensión abdominal, eructos, pérdida de peso, intolerancia a las grasas, vómitos y náuseas.
Algunos pacientes no son sintomáticos, por lo que se presenta el trastorno con la manifestación directa de la complicación, ya sea una hemorragia o perforación del tejido.
El tratamiento se basa en antibióticos para eliminar la bacteria helicobacter pylori, logrando la cicatrización de la herida. Sin embargo, es muy común la recurrencia de la lesión, por lo que hay que cuidar la dieta, el estrés, y los factores predisponentes en cada caso particular.
