El síndrome de karoshi es un estrés extremo por exceso de trabajo con capacidad para producir la muerte. El esfuerzo profesional crónico tanto en actividad como en cantidad de horas, puede ocasionar la muerte súbita que sobreviene por insuficiencia cardíaca o respiratoria debido a la fatiga o por derrame cerebral. Muy común en Japón, donde mueren de Karoshi más de diez mil personas por año.
Es un fenómeno extraño, considerado uno de los nuevos síndromes profesionales de este siglo, ya que muchas personas mantienen con su actividad profesional o su trabajo una relación patológica.
Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), en países como Japón más del 20 % de los trabajadores se enfocan en jornadas interminables de trabajo que tienen un mínimo de 12 horas diarias para escapar a sus problemas personales.
El cuadro clínico se estudia por primera vez en 1969 cuando se conoció la muerte por karoshi de un joven de 29 años, empleado de un famoso periódico como consecuencia de un paro cardíaco.
Entre los síntomas y características de este exceso de trabajo están la adicción al mismo, la ansiedad, la imposibilidad de desconectar en tiempos de descanso semanal o vacaciones, el sentimiento de culpa cuando no se trabaja, las dificultades para conciliar el sueño, dolores habituales de cabeza y problemas gastrointestinales.
El síndrome de karoshi se define en ambientes altamente competitivos de trabajo en los que se exigen niveles altísimos de producción y productividad, por lo que el gobierno japonés creó a fines del siglo XX el Consejo Nacional de Defensa para víctimas del Karoshi.
La Unión Europea considera al estrés laboral el segundo problema más frecuente de salud, donde los más perjudicados son quienes prestan servicios públicos, los cuerpos de seguridad del Estado, equipos de rescate, bomberos, personal bancario entre otros donde las jornadas laborales son prolongadas sin límites horarios.
El nivel más elevado de estrés lo sufre el personal ejecutivo y de dirección de empresas, los funcionarios públicos, seguidos por los profesionales, los técnicos y los prestadores de servicios.
En el ámbito laboral se distinguen distintos tipos de estrés:
- El estrés como reacción instintiva de defensa del cuerpo ante un peligro
- El síndrome de burnout o síndrome del trabajador “quemado”
- El mobbing o acoso psicológico en el trabajo
- El síndrome de estrés agudo
