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Déficit de atención

El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es muy común en la infancia, aunque también pueden padecerlo adolescentes y adultos. El déficit de atención se presenta de modos distintos, como hablar sin parar, no controlar el comportamiento ni quedarse quietos. También el trastorno puede afectar el buen desempeño de los niños en la escuela con hiperactividad, dificultades para concentrarse y para prestar atención en clase.

Las investigaciones sobre el trastorno de déficit de atención, no acuerdan acerca de sus causas.

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Podría ser ocasionado por la combinación de:

  • La genética, ya que muchas veces es hereditario
  • El alcohol y el tabaco durante el embarazo
  • El plomo de los repuestos de cañerías y pinturas viejas
  • Daño cerebral
  • Los aditivos alimentarios (como son los colorantes), que potencian la hiperactividad

Respecto de los síntomas del trastorno de déficit de atención, suelen pasar desapercibidos en una primera etapa ya que parecen normales en el comportamiento de un niño.

Durante los primeros cinco o seis años de vida del niño, los síntomas que determinan el diagnóstico son por lo menos seis de los siguientes:

  • Distracción fácil u olvido frecuente de las cosas
  • Dificultad para seguir instrucciones
  • Cambios repentinos de una a otra actividad
  • Fantasías exageradas (como soñar despiertos)
  • Dificultad para terminar lo que comenzaron (la tarea, los quehaceres domésticos)
  • Pérdida frecuente de útiles escolares, libros, juguetes
  • Interrupciones constantes y comentarios inapropiados
  • Costumbre de hablar sin parar
  • Inquietud, impaciencia y correteos
  • Juegos tocando todo lo que tienen al alcance, aún lo no permitido
  • Descontrol de las emociones

El primer diagnóstico se hace en la familia, partiendo de la base de la observación y conversando con el médico, puesto que es un diagnóstico difícil con síntomas que se confunden con otros problemas comunes.

Se debe tener en cuenta que no existe una única prueba de laboratorio u otra prueba diagnóstica que permita diagnosticarlo, sino que se debe consultar a un especialista si se detecta alguno de los síntomas antes mencionados.

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