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Calidad, noción que tiene muchas definiciones, hace referencia al conjunto de propiedades o características inherentes a una cosa, que le confieren una aptitud tal que permita reconocerla como superior, igual o inferior a otras de su especie.

A través de los años, ha ido cambiando el concepto de calidad según la evolución histórica de la sociedad.

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En la etapa del trabajo artesanal, calidad era hacer un producto único sin medir el esfuerzo y a cualquier precio, siempre que satisfaga al cliente y también al artesano.

En la época de la revolución industrial calidad se identificaba con producción, es decir con satisfacción de la mayor cantidad posible de necesidades.

En tiempos de la segunda guerra mundial, calidad era asegurar la eficacia de la producción de armamento a corto plazo, para garantizar la gran disponibilidad de él en el momento preciso.

Mientras que en la postguerra, el mundo consideraba calidad a la producción en cantidad para satisfacer la enorme demanda de bienes a consecuencia de la destrucción generada. En Japón, sin embargo, se priorizó ser competitivos eliminando costos para satisfacer al cliente, haciendo bien las cosas sin desmedro de la calidad.

Con el correr de los años, la calidad nació con la supervisión y el control, por lo que se establecieron normas de calidad de producción.

La verificación del cumplimiento a través de técnicas determinadas de inspección, intentó evitar la comercialización de bienes defectuosos, reducir los costos y prevenir posibles errores.

Y en la actualidad, el término es muy usual en la administración de empresas que se enfoca en la teoría de la calidad total, entendida como la satisfacción de las expectativas del cliente y la mejora continua, objetivos prioritarios de la actividad de una organización.

También se habla de calidad de vida, en referencia a las condiciones y aspectos sociales, físico mentales, económicos, laborales, familiares que hacen a la dignidad de la existencia del ser humano.

En al ámbito empresarial, la calidad es un concepto importante a la hora de conquistar al cliente, en un mercado altamente competitivo donde la diferenciación es la única vía para que la empresa sobreviva a largo plazo. Esto hace imprescindible que los servicios y productos ofrecidos por las compañías sean de alta calidad.

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