Año sabático es un período de descanso en el que las personas dejan de lado sus obligaciones y responsabilidades laborales o académicas para dedicarse a sus intereses personales, ya sea viajar, ampliar su formación profesional con un postgrado, un máster o dedicándose a la investigación, por ejemplo, o bien pasar más tiempo con sus seres queridos, amigos y familia.
La expresión año sabático proviene del hebreo shabbat (“día de descanso” de donde también deriva la palabra sábado), por lo que el término sabático se relaciona con el cese de trabajo. El vocablo se remonta a muchos milenios atrás, épocas en las que los hebreos se tomaban para descanso el séptimo año de la cosecha. La costumbre agrícola era muy respetada, y permitía que la tierra se reponga sin cultivos ni trabajo luego de seis años de cosecha consecutivos.
Actualmente, la expresión año sabático es muy usada en el ámbito universitario y laboral, ya que se trata de un período de superación profesional que algunas legislaciones contemplan con goce de sueldo.
En Australia y Europa es muy común que los jóvenes tomen un año sabático como descanso antes de entrar a la universidad o de iniciarse en la vida laboral. La graduación suele marcar el inicio del año sabático, que algunos se lo toman libre para poder viajar, otros para hacer algún tipo de voluntariado o para emprender algún trabajo transitorio o inusual. Sin embargo, a cualquier edad y en cualquier continente la experiencia es gratificante.
También los recién casados tienen la costumbre, en algunos lugares del mundo, de dejar sus trabajos, vender sus autos y emprender un viaje durante un año recorriendo distintos países. Viajar de mochileros o en autocaravana por Europa, Islandia, Estambul, Australia, Nueva Zelanda, Perú o América del Sur enriquece, carga las pilas y enseña para la vida en común.
